Capítulo 13

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¿Dije que nadie me lo podría estropear? Pues me equivoqué. Ustedes se preguntaran ¿Por qué?

Pues déjenme les explico como fue mi día hasta ahora: Al llegar a la playa bajamos y Alan descargo todo lo que habia preparado, luego de eso nos posicionamos en un lugar apartado de la gente, donde tendríamos más privacidad y se encontraba entre unas piedras, se formaba un circulo, realmente me agradaba ese sitió. Cuando terminamos de acomodar todo nos sentamos  y comenzamos a hablar para conocernos mejor.

-Gemma, ¿Jugamos al juego de las 20 preguntas?- dijo divertido pero en tono pervertido.

-Si, no estaría nada mal- dije divertida yo también.

-Comencemos- froto sus manos maliciosamente y luego pensó una pregunta- ¿Serias capaz de perdonar una infidelidad si supieras que esa persona realmente te ama?

-Emh- trague fuerte- No lo se, depende de que persona se trataría, si yo amara a esa persona con todo lo que soy, pues si lo haría

-Muy buena respuesta, yo no creo tener el valor para hacerlo- respondió sincero- ¿Cuál es la mayor locura que has cometido en tu vida?

-La mayor locura que hice en mi vida fue una vez que estaba de mal humor, en ese momento me iba mal en el colegió y era toda una rebelde- reí recordando esos tiempos- Entonces decidí que me suicidaría, al regresar del instituto me encerré en mi habitación y puse música demasiado alta, tome las pastillas de depresión de mi madre y las tomé, una por una hasta acabarme el frasco entero, vale aclarar que contenían 100 pastilla y mi madre habia dejado de tomarla y le quedo ese frasco cerrado, al terminar todo ese bendito frasco sentí como me empezaba a dormir, me sentía cansada, mareada y mi cuerpo no respondía, luego de eso no se que ocurrió y después todo pasó como en una escena de película, mis hermanos golpeando fuertemente la puerta de mi habitación y luego llevándome al hospital, estuve a 20 minutos de morir.

-Wow, tienes valor- dijo sorprendido- Pero si realmente pasaba no hubiera conocido ese bello rostro que me vuelve loco.

-Solo atravesaba una muy mala situación en la que nadie me podía hacer cambiar de opinión ignore olímpicamente el cumplido de Alan-¿ Y tu? ¿Cuál ha sido la mayor locura que hiciste?

-Pues una vez con mi primo, el tiene la misma edad que yo y somos inseparables, fuimos a una discoteca con documentación falsa y eramos pequeños pero por nuestros cuerpos no se dieron cuenta, no sabíamos absolutamente nada de lo que se hacia en ese tipo de lugares- dijo sonriendo, levanto las manos en defensa antes de terminar- No sabíamos nada de sexo, ni de mujeres, ni de alcohol ni de nada. Entramos a un lugar oscuro y vimos como la gente tenia relaciones entonces mi primo grito alto "Ese hombre le esta metiendo su miembro,la va a lastimar" corrimos y salimos de ahí al llegar a casa le contamos a nuestros padres,se rieron pero nos castigaron como un mes.

-JAJA, eso es muy bueno JAJA- yo reía sin poder parar a el pareció "molestarle" se tiro encima de mi y comenzó hacerme cosquillas, se detuvo y me miro fijamente a los ojos, mi corazón no paraba de latir, estábamos a punto de besarnos cuando alguien hablo.

-¡Hey primo!- dijo esa maldita voz- ¿Ya estas ligando?

-¿Aaron?- pregunté confundida, él me miro de la misma manera y ambos miramos a Alan.

-¿Qué haces con ella?- Aaron tenso su mandíbula y apretó sus puños.

-¿La conoces?- pregunto Alan confundido e indiferente al mismo tiempo.

-Si- dijo mirándome fijamente- Fue mi ex novia, de la que te platique.

Oh por dios, como puede ser que este idiota sea el primo de Alan y el no me haya dicho que tenia primos, nunca supe casi nada de la vida de Aaron, solo sabía Zabdiel.

-¿Gemma?- me preguntaron al unisono.

-Luego nos vemos Alan- besé su mejilla con un beso frío y tome mis cosas,salí corriendo.

Salí de la playa lo más rápido que pude y tome mi teléfono, llame a Zoe, al quito tono respondió.

-Hola-dijo ¿agitada?

-Zoe ven por mi- dije tranquila, no me iba a permitir llorar.

-¿Donde estas?- mire a mi alrededor.

-A una cuadra de la playa,en donde compramos los sombreros- le dije impaciente.

-Ok, tranquila en diez minutos estaré ahí- me dijo pero la detuve antes de cortar

-No le digas a nadie- rogue

-A nadie- dijo para luego cortar la llamada.

Mire a mi izquierda y vi a Alan buscándome junto con Aaron, me escondí detrás del arbusto que estaba allí,se fueron acercando más y más, estaban parados en frente mio pero no me veían.

-Por tu culpa se fue- dijo Alan frustrado.

-El plan salió mal- Aaron se sobo la nuca.

-Tu siempre arruinas todo-Alan estaba desesperado- ¿Y si le paso algo?

-A Gemma nunca le pasa nada, no se deja intimidar por nada ni nadie- como puede ser que hable con ternura de mí.

-ARG- grito Alan.

-No estés así, no iba a permitir que la besaras, sabes lo que me pasa  con ella- le explicó un poco más calmado Aaron.

-Lo se- se rindió Alan- Solo es que ya sabes como me siento haciendo esto.

Mi boca se abrió y mis lagrimas comenzaron a salir de una manera imparable, me tape la boca para que no salga ni un ruido, a lo lejos vi el auto de Zoe,me escape lentamente para que no me vieran. Subí y mire a mi amiga.

-¿Qué te ocurrió?- pregunto exaltada.

-No quiero hablar solo llévame a casa- dije aun llorando.

-¿Fueron ellos?- preguntó Richard saliendo de la parte de atrás.

-¿Zoe?- mire a mi amiga con una mirada asesina.

-En casa te explico- su rostro se puso rojo de vergüenza, pero no le di importancia.

-Gemma contéstame- dijo aun más enfadado.

-Si- solté más lagrimas y el me abrazo como pudo, me separe y apoye mi cabeza en la ventana, no tenia ganas de hablar, en un momento me quede dormida.

Al abrir los ojos me encontraba en mi cama arropada solo con una sabana, me dolía mucho la cabeza y mis ojos me ardían. Me senté despacio y me dirigí al baño, al mirarme en el espejo mi imagen era espantosa, mis ojos hinchados y muy rojos, mi mejillas rojas e irritadas y mis labios secos, me lave la cara y salí de mi habitación. Fui bajando los escalones poco a poco y escuche como mi madre y mis hermanos interrogaban a Zoe. Ninguno noto mi presencia en la sala entonces fui a la cocina a tomar un poco de agua, al entrar estaba solo Christopher con su celular, su cara expresaba enfado.

Tome un vaso de la estantería y agua del refrigerador, el seguía sin mirarme, me estaba por ir cuando hablo.

-¿Qué te hizo ese desgraciado?- pregunto con enfado en su voz tan armoniosa.

La pequeña hermana de ZabdielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora