Capitulo 22

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Narra Gemma

-Gemma ¿Te puedes despertar?- mi mejor amigo me sacudió.

-Richard, déjame dormir un poco más, es muy temprano-me queje.

-Gemma, tenemos que ir a buscar a Abril- recordé que tenia que ir a buscar a nuestra nueva inquilina y amiga.

-Ya voy, ya voy- me queje y me senté en la cama, era increíble que mi hermano se hablara con ella, al fin tendría una cuñada digna.

Me levante y me encamine hacia mi baño privado que amo con todo mi corazón. Tomé una ducha fría para poder despertarme y despabilarme, luego me encamine hacia mi armario, estaba fresca la madrugada entonces decidí ponerme  un suéter color rosa pastel, un jean claro y unos zapatos de plataforma color rosa palo.

 Tomé una ducha fría para poder despertarme y despabilarme, luego me encamine hacia mi armario, estaba fresca la madrugada entonces decidí ponerme  un suéter color rosa pastel, un jean claro y unos zapatos de plataforma color rosa palo

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Al terminar me diriji hacia la cocina, los chicos estaban vestidos como si fueran a recibir a la mismísima reina.

-Chicos están muy guapos, pero vamos a recibir a Abril no a la reina- me reí y me senté. Estaba a punto de tomar un sorbo de mi café mañanero cuando una camioneta nos toco bocina advirtiéndonos de que nos teníamos que ir, los chicos me jalaron de mi lugar y no logre tomarme todo mi desayuno entonces como pude tome una manzana y subí rápidamente a la camioneta.

-Gracias- dije con notable sarcasmo.

-¿Por que?- pregunto muy confuso Erick.

-Por dejar que tome mi desayuno- me queje.

-Tu tardaste bañándote- contra ataco Christopher.

Decidí no contestar, me coloque los auriculares que casi me olvido al salir y mire por la ventana hasta llegar al aeropuerto. Luego de mirar por media hora la ventana llegamos a nuestro destino. Luego de bajar de la camioneta, llego Renato.

-Ustedes esperen aquí, yo iré a buscarla- nos dijo y se adentro, lo último que dijo fue que llegaba en el vuelo 144.

Richard, Zabdiel y Chris fueron a comprar unos globos y dos manzanas con caramelo, una para mi y una para Abril.

-Hey- me dio Joel.

-Hola- lo salude con un beso y el se sentó a mi lado, me acomode en su hombro, tenia mucho sueño.

-¿Dormiste bien? preguntó un poco curioso.

-No, Zoe habla de dormida y pues no dormí bien, aparte dormí con Aaliyah y es muy inquieta.

-Wow, definitivamente no seria tu- se rió muy contagiosamente.

-Tienes una risa pegadiza- sonreí ante mi rima y el volvió a reír. Cerré  mis ojos y me dispuse a descansar hasta que oí un carraspeo de garganta que provenía de mi derecha.

-¿Interrumpimos algo?- espeto con un poco de enojo Zabdiel.

-No, nada- Joel se aparto rápidamente y se alejo un poco.

Gire mis ojos y me recosté en el asiento. Christopher me tendió la manzana con caramelo, estaba por darle el primer mordisco cuando el me interrumpió.

-De nada- sonrio como el gato de alicia en el país de las maravillas y mi mirada paso de la manzana a el y de el a la manzana.

-Más te vale que mi manzana no contenga nada, por que si no despídete de tus descendientes- aleje el alimento de mis labios y espere su respuesta intranquila.

-Juro por mi madre que no le hice nada, solo queria que me agradezcas, yo la elegí especialmente par ti- puso cara de perro angelical, lo cual no creí, el es todo un gato.

Luego de la maldita media hora esperando a Renato y a Abril y esquivando a todos los chicos excepto a mi hermano llegaron, yo abrace fuertemente a mi nueva amiga y no me queria despegar de ella, saludo a los chicos y se detuvo en mi hermano por unos minutos, Zabdiel se abalanzó a ella y la hizo girar por los aires como una pareja feliz.

Subimos a la camioneta y con Abril nos metimos al fondo de la misma y les prohibí a los chicos que se nos acercaran.

-En persona son más guapos- comentó Abril en voz baja para que los chicos no escucharan nada.

-Nah, solo mi hermano jajaja- me reí fuerte y los chicos se voltearon a vernos- ¿Se les perdió algo?

-No, nada- dijo Joel y se voltearon automáticamente.

-¿Te tienen miedo?- pregunto con una sonrisa de oreja a oreja.

-No, solo que me doy mi lugar y me respetan- levante las manos en forma defensiva y ella volvió a reír- ¿Siempre estas riendo?

-No, generalmente cuando me agradan las personas, en mi casa no suelo hacerlo- aparto la vista de la mía y miro a la ventana, sabía que me ocultaba algo.

- Cuando estés preparada, puedes contarme lo que te preocupa- la animé y le puse una mano en su hombro.

-¿Cómo sabes que...?- comenzó a preguntar y la interrumpí.

-Es un don el que tengo, se lo que les molesta, conozco cada expresión del cuerpo, en ti fue diferente a lo que estoy acostumbrada pero lo descubrí- termine con una sonrisa y me coloque los audífonos, ella copio mi acción y me recosté en su hombro, ella dejo caer su cabeza en la mía y fui cayendo en brazos de morfeo.

Cuando desperté, estaba en mi cama y sentía una presencia hacia mi derecha, me voltee lentamente y vi a Abril acostada como un ángel intranquilo.  Su cara expresaba miedo y odio,solo con sus ojos cerrados, trate de no moverme rápido por miedo a despertarla.

Me levante y fui directo a mi baño, tome una ducha y me puse lo primero que encontré, un short negro y una remera blanca que dejaba ver mi ombligo, me senté en mi escritorio para maquillarme y fue cuando Abril comenzó a moverse y a gritar.

-¡MAMÁ YO NO LO HICE! ¡TE LO JURO!- se movía y no me dejaba que la tranquilizara.

-ABRIL ABRE LOS OJOS- le grite pero ella no me hizo caso, fui al baño y cargue un vaso con agua fría, volví y se lo arroje a la cara, se despertó asustada y comenzó a llorar, la  abrace.

-Lo siento, lo siento- lloraba mientras se hamacaba hacia adelante y hacia atrás.

-Hey, tranquila ya estoy aquí- le abrace con más fuerza y no notaba mi presencia.

-Juro que no lo mate, fue un accidente que ustedes causaron, no fue mi culpa- se tapaba sus oídos.

-ABRIL- la sacudí para que me viera y por fin note mi presencia.

-¿Gemma?- pregunto preocupada.

-¿Estas bien?- dije con voz tranquilizadora.

-No- comenzó a llorar de nuevo- Yo mate a mi hermano. 

La pequeña hermana de ZabdielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora