Primera parada: El balcón.
El brillo de las luces lograba enloquecer a las personas que se movían al ritmo de la música, mientras los parlantes resonaban en todo el lugar, haciendo temblar los muebles del acogedor departamento.
Hoseok miró a su alrededor y rodó los ojos con fastidio mientras caminaba entre la masa de personas, muchas invitándolo a bailar y él negando con una pequeña sonrisa para evitar insistencia.
Cuando finalmente se alejó de la multitud se acercó hacia una puerta de vidrio y finalmente salió al agradable silencio de la noche, con el bass de la música resonando sobre los vidrios mientras el frío viento lograba despejar la mente del pelirrojo.
Cuando alzó la vista pegó un fuerte grito del susto, para luego suspirar avergonzado, mientras se acercaba al balcón, tomó una lata de cerveza tirada en el suelo y revisó si aún le quedaba un poco, y notando que aún tenía se la tomó de un trago y se apoyó en el final del balcón.
— Si te conociera, te diría que te bajaras— Hoseok alzó su vista, chocando con los brillantes ojos del otro chico, el cual se encontraba de pie sobre la baranda del balcón.— Pero supongo que sabes lo que haces.
— Obviamente— El pelimenta bufó molesto mientras balanceaba un pie en el balcón.— Si quisiera matarme, ya hubiera saltado.
— Hubieses dejado con muchos traumas a las personas de abajo.— Hoseok bajó su vista mientras sonreía con tristeza.
Se sobresaltó cuando el contrario saltó del balcón, cayendo a su lado mientras suspiraba y miraba hacia abajo a su lado.
— ¿Tendrás algún cigarro?— El pelirrojo negó.
— No fumo, lo siento.
— No deberías disculparte por eso— El desconocido arrugó la nariz— Deberías disculparte por no evitar mi muerte.
— No ibas a saltar.— El pelimenta soltó una estruendosa risa, volviendo a asustar a Hoseok, quien arrugó el ceño confundido.
— Mierda, no tengo idea de lo que me dio Seokjin, pero está haciendo demasiado efecto ¿sabes?— Hoseok lo siguió mirando con el ceño fruncido— Ese maldito imbécil... ¡Ni si quiera estoy seguro de dónde estoy! — Volvió a reír, mirando dentro del apartamento.— ¿De quién es el cumpleaños?
Hoseok volvió a mirar al desconocido bastante confundido, ¿quién era ese chico y porqué actuaba así? Al principio no quería tomarle importancia, pero ahora le estaba incomodando.
— De Taehyung, Kim Taehyung...— Murmuró el pelirrojo. El desconocido asintió, todavía mirando hacia adentro.
— Soy Yoongi, ¿Y tú?
— Hoseok.— Yoongi fijó su vista en el nombrando, logrando que una sensación de confusión apareciera en el pelirrojo.
— Muy bien, Hoseok, te seré honesto.— Yoongi asintió a sus propias palabras antes de sentarse en una de las sillas del lugar.— Ahora mismo el mundo da muchas vueltas, los objetos a mi alrededor me están dando miedo y creo que en cualquier momento voy a vomitar así que...— Hizo una pausa para (como dijo) vomitar todo lo que tenía dentro en un macetero— Bueno, te estaría muy agradecido si me cuidaras ahora...
Hoseok frunció el ceño, viendo como el chico volvía a vomitar y poniéndose alerta.
— ¿¡Qué debo hacer!?— Es verdad que Hoseok no conocía al chico, pero de todas formas no iba a dejar que se ahogara en su propio vómito.
— Necesito un vaso de agua. — Hoseok asintió mientras corría a buscar lo dicho, sintiéndose repentinamente asustado de que el chico muriera frente suyo.