Problemas

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Rasa, el Kazekage, salió de entre la multitud de ninjas para hacerle frente a la amenaza de Akatsuki. Vio al tipo que venía preguntando por su hijo, era obvio que no dejaría que una organización como esa le pusiera una mano encima a Gaara, ya había cometido muchos errores en el pasado queriendo convertirlo en el arma final de Suna, no quería cometer las mismas equivocaciones por lo que lo protegería con su vida.

Deidara, por su parte, veía con diversión al ejército de Suna, es verdad que los altos mandos le habían ordenado no causar mucho alboroto pero ese no era su estilo, él quería detonar toda la villa con su preciado Arte. El rubio no estaba en Akatsuki porque quisiera, apostó contra Itachi y perdió, siendo un hombre de palabra trabajaría para ellos pero lo haría a su manera.

Sin que los Shinobis de la arena se dieran cuenta fue liberando arcilla explosiva en forma de pequeñas arañas que empezaron a rodear a el pequeño ejército que estaba listo para luchar por el joven al que maltrataban hace algunos ayeres

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Gaara estaba alejado de todo movimiento, estaba lejos del centro de la aldea tratando de pensar en lo que seguirá para su vida, no solo en el ámbito Shinobi sino también en su vida personal, Gaara, aunque muchos no lo creyeran, quería hacer su propia vida con alguien al que el ame y viceversa.

En estos momentos estaba junto a Temari quien lo acompañó en todo momento y nunca la había apreciado tanto como lo ha hecho en los últimos años, al igual que su padre quería dejar de cometer errores que lo alejen de sus seres queridos para siempre.

Sentados en la caliente arena que abundaba en la aldea estaban en un silencio reconfortante, un silencio que ninguno de los dos quisiera que se acabará. Lastimosamente nada dura para siempre y lo aprendieron cuando una fuerte explosión llegó al lugar proveniente del centro de la aldea.

Sin dudarlo un segundo fueron a toda velocidad para ver qué es lo que pasaba, corriendo por la arena dejaron marcadas las huellas de sus suelas dejando atrás lo que pudo ser el último momento entre hermanos que pudieran tener...

Cuando llegaron a la arena se encontraron un paisaje desolador, casas destruidas, ninjas y civiles heridos con quemaduras de peligro, niños pequeños que habían perdido a sus madres en el alboroto que se provocó. Gaara estaba furioso con la persona que le había hecho tanto daño a su querida aldea y poco a poco fue liberando chakra Bijū.

Momentos antes de todos los sucesos se encontraban luchando el Akatsuki y el Kazekage. Rasa se sorprendió de la habilidad que tenía el rubio, había escuchado que todos los miembros eran criminales con un Rango S que claramente decía que era alguien difícil de derrotar para cualquier Ninja por debajo del rango Kage pero estar a la altura de este último era algo impresionante, por decir algo.

Aún teniendo a toda una aldea contra el, Deidara sabía que no tendría problemas mientras que el Jinchuriki no apareciera, peleando contra Rasa se dio cuenta de un pequeño detalle que había estado prolongando desde su llegada.

La mayoría de ninjas de la arena estaban en un mismo lugar, lugar al que quería llegar desde un principio, así que alejándose del Kazekage hizo un sello de mano, las últimas palabras que salieron de su boca nadie las alcanzó a escuchar pero poco tiempo pasó para que una pequeña explosión apareciera matando a un ninja cualquiera, después de esa explosión se generaron muchas más por toda Sunagakure para finalmente acabar su acto con una enorme explosión donde todos los ninjas estaban aglomerados dejando muertos a montones...

Rasa se distrajo un momento viendo a muchos de sus subordinados caer y en menos de lo que canta un gallo Deidara apareció frente a él dándole un golpe en todo el rostro mandandolo a estrellarse contra varios muros que estaban sueltos.

Los Sabios de La Hoja [NaruYugi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora