¿Perdón?

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Los ojos de Naruto se pusieron vidriosos, su corazón latía a mil por hora y no podía controlarlo, frente a él estaba la persona que se encargó de darle la vida.

Kushina se sentía nerviosa, no sabía cómo iba a reaccionar su hijo, no cualquier día te vuelves a encontrar con tu madre a la cual creías muerta desde hace más de 17 años, aunque ella tenía una buena razón para no aparecer no sabía si su pequeño Naruto iba a recibirla con el cariño que ella esperaría.

Sin embargo no eran las únicas personas que estaban en un momento crítico, su compañera no tuvo la misma fuerza para aguantar todos sus sentimientos y terminó llorando a cántaros mientras su madre la miraba con mucha preocupación, tal vez le había hecho mucho daño al tener que dejarla a una edad muy temprana.

- Co.. ¿Cómo? - pudo preguntar el Uzumaki, tenía tantas ganas de ir a abrazar a su madre y no soltarla nunca, claro que también estaban las ganas de gritarle lo estúpida que fue al haber abandonado, con una enorme carga, a su hijo. Antes de actuar tenía que saber el porqué de las cosas, aún si la respuesta fuera algo que él no quisiera escuchar.

La madre Uzumaki soltó un pequeño suspiro, las cosas que pasaron en estos fatídicos años no eran mucho de su agrado y aún así sabía que tenía que contarlas para saciar la curiosidad de su hijo, además de saber que su respuesta cambiaría el curso de las siguientes acciones, si Naruto y Yugito aceptaban las cosas estaría muy contenta y sería una magnífica reunión, en cambio si después de contar lo sucedido decidieran no reconocerlas como sus madres sería totalmente desastroso, la verdad es que ella no quería vivir una vida sin que su hijo la quiera.

- Todo comenzó en el ataque del Kyūbi y el Nibi - Comenzó relatando Kushina

~•~•~•~• FLASHBACK •~•~•~•~•

Por fin todo había acabado, las personas empezaron a salir una por una del refugio en donde se encontraban, el ataque de dos de los Bijūs había dejado destrozos que serían muy difíciles de arreglar y perdidas que tardarían mucho tiempo en sanar.

En el campo de batalla habían miles de ninjas muertos, desde Chūnin hasta Jōnin murieron por el ataque de tan siniestras criaturas

En el lado norte de la ciudad, el cual fue totalmente destruido por el Kyūbi, se encontraban dos bajas muy sensibles, el primero era el amado Yondaime Hokage, quién a pesar de estar poco tiempo en el máximo puesto logro llevar a Konoha a una etapa de prosperidad. El segundo era su esposa, Kushina Uzumaki, la Kunoichi más hábil de todo el oeste, conocida por haber masacrado a todo un ejercito de ninjas de Kumogakure en unas cuantas horas.

Kushina, después de haber sido atravesada por la garra del demonio y de haberle dicho lo que serían sus últimas palabras a su pequeño hijo, sabía que no iba a morir, era extraño pero ella lo sabía. Estaba en condiciones deplorables pero el ser una Uzumaki le dió una luz de esperanza que quizás en otra situación no habría tenido.

A pesar de su presentimiento, el cuerpo de la peliroja, empezó a sufrir las consecuencias de todo lo ocurrido ese día y empezó a caer en el mundo de la inconsciencia, con la poca voluntad que todavía tenía logró impregnar una pequeña porción de su chakra en el sello de la parca para así poder tener una pequeña charla en un futuro con su hijo, si es que ella llegara a morir. En el último segundo conciente, Kushina, logro ver al Gamma-Sennin ver el cuerpo fallecido de su esposo y después ir con dirección hacia ella...

En el lado Sur de Konoha también había bajas, el líder del poderoso clan Nii había fallecido después de sellar el gran Bijū dentro de su hija de un mes de nacida, su esposa, en cambio, había "muerto" a causa de las grandes heridas que había causado el gran gato demonio de dos colas.

Los Sabios de La Hoja [NaruYugi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora