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La noche seguía en su máximo esplendor, poco o nada se veía en el bosque del país del fuego pero eso no era un impedimento para que el extraño sujeto siguiera caminando con Hanabi secuestrada.

Sin embargo su caminata tuvo que parar debido a que alguien ya lo estaba esperando ahí. Un shinobi de la hoja, más específicamente del clan Hyūga, su tamaño era el promedio, no era algo pero tampoco se había quedado rezagado en su estatura, tenía un largo cabello castaño que llegaba hasta la parte baja de la espalda. Su atuendo consistía en un traje completamente blanco pero definitivamente lo que más resaltaba en él eran sus ojos blancos/ plateados.

- ¿A dónde trata de ir con la señorita Hanabi? - preguntó Neji a su enemigo, no podía verlo a la cara porque lo traía tapado y eso le impedía descubrir su verdadera identidad.

Ante la falta de respuesta, Neji, activó su Byakugan para ver su chakra pero se sorprendió cuando lo único que podía ver era un inmenso vacío, como si estuviera viendo hacia la nada, tuvo que desactivar su Dojutsu cuando un extraño mareo lo golpeó desprevenido.

Ahora tenía claro que su rival estaba utilizando algún tipo de ninjutsu o genjutsu para evitar que alguien vea su línea de chakra y por lo que sabía tenía que ser uno muy poderoso puesto que el único genjutsu que tenía la capacidad para evadir o engañar al Byakugan era el de la quinta Hokage y había tardado años en perfeccionarlo.

No pudo pensar por mucho tiempo ya que tuvo que esquivar un golpe que muy probablemente lo dejara K.O; ambos combatientes se pusieron en posición de combate preparándose para luchar.

Con su arte de puño suave Neji intentó sellar los puntos de chakra de su rival, si bien no podía ver dónde estaban localizados, ya que el jutsu enemigo le imposibilitaba ver, no por nada era considerado un genio dentro del clan.

Hyūga había estudiado por años la ubicación de cada uno de los puntos hasta el grado de saber de memoria la localización de esto y aunque a veces pudiera variar de acuerdo al cuerpo del rival siempre estaban a centímetros de donde él estaba seguro por lo que aún sin Byakugan tenía ventaja sobre sus enemigos.

Sin embargo su rival no era ningún flan ni nada por el estilo, al parecer también era un experto en Taijutsu demostrando estar a la altura del prodigio Hyūga y por momentos parecía estar por encima de su nivel.

Golpe que intentaba Neji, golpe que su rival lograba detener o desviar por lo que no había podido acertar ni un solo golpe y por ende su rival no había recibido daño alguno, es más, ni siquiera parecía estar sufriendo por cansancio ni nada por el estilo

Por el contrario, Neji si estaba algo cansado por lo que sus golpes cada vez tenían menos potencia y menos velocidad de la que llevaba en un principio. Esto desencadenó el contraataque del encapuchado que empezó a tirar golpes a una velocidad tan alta que muchos de ellos pasaron desapercibidos por el Hyūga.

En un arranque de velocidad empezó a golpear en todo el cuerpo del castaño que no podía ver de dónde provenían los golpes. Contando cada uno de ellos habían sido 68 golpes que dio el secuestrador, cada uno con una potencia inhumana.

Cuando la embestida terminó Neji cayó al suelo de rodillas, sentía como si todas sus fuerzas se esfumaran poco a poco, su visión se empezó a nublar y también sufrió de mareos acompañados de un fuerte dolor de cabeza.

A pesar del sufrimiento que cargaba en sí cuerpo, el valiente Hyūga intentó ponerse de pie para seguir luchando, era la batalla de su vida, no por el rival al que se enfrentaba, no por la calidad del otro shinobi, no por defender su dignidad o su orgullo, si no porque este era su destino, defender a un miembro de la rama principal, aún si tiene que dar la vida para cumplir su misión, además, tratándose de la sucesora al trono del clan la misión se intensificaba.

Los Sabios de La Hoja [NaruYugi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora