Los Sabios de La Hoja [NaruYugi]

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YA LLEGAMOS A LA MITAD DE ESTE VIAJE, ME ALEGRO QUE SIGAN ESTA HISTORIA. COMO MUESTRA DE MI AGRADECIMIENTO ESTARÉ RESPONDIENDO TODAS SUS PREGUNTAS QUE TENGAN. PUEDEN SER ACERCA DE LA HISTORIA O DE CUALQUIER OTRA COSA DE LA QUE TENGAN CURIOSIDAD. BUENO, DEJEN AQUÍ SUS PREGUNTAS, LAS RESPONDERÉ AL PRINCIPIO DEL PRÓXIMO CAPÍTULO, SIEMPRE Y CUANDO SEAN UNA BUENA CANTIDAD DE ELLAS.

BUENO, YA. LOS DEJO CON ESTE NUEVO CAPÍTULO

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Yugito vio el cuerpo sin vida de Hinata una vez más, había tratado de volver a estabilizarla y mantenerla viva pero todos sus intentos fueron en vano. El corazón ya se había detenido y no habría marcha atrás para lo hecho. Derramó unas cuantas lágrimas más antes de tomarle las manos, estaban frías y sin vida, sintió un anillo en una de sus manos y lo relacionó a su trabajo con Akatsuki, lo sacó de su índice y lo hizo pedazos cerrando su puño.

Hanabi se acercó un momento, la niña no había dejado de llorar ni un segundo, se había entrenado día y noche, diablos, dejó su cuerpo y alma en cada entrenamiento para lograr ser fuerte y llevarla de vuelta a la aldea. Solo el destino, cruel por decir menos, sabía que la pequeña Hyūga fuera la causante de la muerte de su hermana mayor. Quería gritar, si existía un dios lo iba a maldecir por el resto de su vida.

El clan Hyūga tenía las fuertes creencias de que no existía dios alguno, claro que sabían de su pasado, la sangre de Kaguya Otsutsuki estaba presente en sus venas y en sus ojos, pero ella no era un dios, solo fue una criatura que vino de otro mundo desconocido. Estaba su hijo mayor, Hagoromo Otsutsuki, quién era considerado un dios para los shinobis, pero era la misma situación que su madre, solo tenía un gran poder. No era un Dios como tal.

Pero hoy Hanabi no cuestionó la existencia de alguien superior a ella, sabía que solo un ser con un poder omnipotente podía haber ideado un plan así de exacto. Kaguya, Hagoromo, o sea como se llame. Pero sin duda era un Dios cruel al cual no le importaba mover sus piezas para crear tristeza en ellos. No lo cuestionaría, sabía que Hinata se había convertido en una shinobi desertor que se alió a una organización con planes que, probablemente, estaban fuera de la imaginación de cualquier otra persona, sabía que pudo haber matado a miles de personas por un poco más de poder o para probar su lealtad para la organización. Muy probablemente se merecería la muerte. Pero, mierda, todavía era su hermana, su sangre, el único lazo de afecto que tuvo en su infancia, estaba su padre pero incluso el no tenía el mismo efecto que Hinata provocaba en ella.

Y finalmente había muerto en lucha. Por sus propias manos, las manos con las que prometió llevarla de regreso. Podía excusarse perfectamente, culpar a terceros antes que a ella, la situación estaba perfectamente acomodada para culpar y recriminar a Yugito. Pero incluso la niña sabía que eso solo le carcomerá más la conciencia, no podía culpar a su sensei de nada, ella siempre le dio fuerzas para afrontar cada momento doloroso de la vida y del entrenamiento para lograr sus objetivos. Y aunque la intentara culpar no podía, de solo ver el estado actual de la rubia sabía que estaba igual de devastada que ella misma, pudo jurar que se quedó sorprendida cuando descubrió su verdadera identidad. Además... Ella solo estaba aquí para rescatarla en primer lugar, sabía que Konoha no tardaría mucho en enviar un escuadrón en su búsqueda, su padre se podía morir antes de dejar que la secuestraran, y menos cuando un día antes un emisario por parte de Kumogakure había estado dentro de la aldea. Por perder un miembro considerado genio, no tanto por que fuera su hija.

Maldición, hasta ella misma pensó que Kumo era quien estaba detrás de todo este juego sucio para conseguir el Byakugan que era tan anhelado por el antiguo Raikage. O eso creyó hasta que vio el cuerpo de Hinata recibiendo el impacto de su puño suave.