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— ¡Aquí tampoco está!—Decía Jimin revolviendo su pupitre, mientras Hoseok le miraba con cierta pena.

— ¿Sigues buscando el diario?—Jimin dejó lo que estaba haciendo, y se levantó de la silla. Agarró por los hombros a Hoseok y se acercó a su rostro para añadir:

— En ese diario está escrita toda mi vida.—Miró a los ojos a su hyung, con un rostro serio. Algo poco habitual en Jimin—. ¿Entiendes? Tooooda mi vida.—Alargó la "o", haciendo que Hoseok soltara una risita.

— Tranquilo, Minie. No es para tanto, ¿Va?—Jimin soltó sus hombros—. Lo encontrarás tarde o temprano. ¿Dónde fue la última vez que lo viste?

— Espero encontrarlo más temprano que tarde...—Susurró, haciendo un pequeño puchero con sus labios—. La última vez...—Rascó su nuca, pensativo—. Realmente no lo sé... Creo recordar haberlo guardado en la mochila.

— ¡Hyung!—Se escuchó la voz de Jungkook, quien entraba al aula acompañado de Yoongi. Jimin no dirigió ni una mirada a Yoongi, y le dedicó una pequeña sonrisa a su hermanastro.

— Hola, Jungkook-ah.—Despeinó el cabello del menor, a pesar de que éste tenía una cara de preocupación—. ¿Pasa algo?

— No te he visto desde el viernes, Jimin...—Miró a su hermanastro mayor, aún con la expresión de preocupación—. ¿Cómo has estado el fin de semana?—Tomó su mano, acariciándola.

Jeongguk pasó el sábado y el domingo enviando mensajes y llamando a Jimin, sin obtener respuestas. Se empezó a preocupar, pero el sentimiento de dejarle sólo esos días le invadía. Tampoco quería ir a la casa de Hoseok, y agobiarle más de lo que ya estaba. Por ello, intentó no preocuparse demasiado. Pero le fue imposible, como hermanastro menor.

— Jungkook... Estuve bien.—Desvió la mirada a su mano siendo acariciada por su dongsaeng—. Sólo estuve en casa de Hoseok.

— ¿Por qué no mandaste ningún mensaje, o me llamaste?—Jimin soltó su mano de la de Jungkook, y acarició su brazo sintiéndose culpable de la preocupación de su hermanastro.

— Eso...—Chasqueó su lengua—. Mi móvil se estropeó, así que no te pude contactar. Y además... No quise hablar con nadie. Sólo me quedé con Hobi hyung en su casa, cuidando de su hermanita.—Sonrió, recordando los días anteriores.

Su teléfono se estropeó al caer en un charco de lodo. Aquella noche, la del viernes, minutos después de cuando salió apresurado del restaurante, recibió llamadas de Hoseok. Las ignoró, porque quería estar solo en esos momentos. Pero en una última llamada, quiso dar al botón de descolgar. Mas por haber estado corriendo todo ese rato, se chocó con un señor mayor que deambulaba por las calles. Haciendo que su móvil cayera en un charco de agua sucia, y tierra, ya que días anteriores había llovido.

— Ah, entiendo...—Asintió con la cabeza, comprensivo—. Y, ¿Por qué está todo tu sitio lleno de cuadernos?—Señaló con el dedo el pupitre de Jimin.

— No encuentro mi diario...—En ese momento Yoongi sintió una presión en el pecho, casi que no le dejaba respirar. Se olvidó completamente que aún tenía el diario de Jimin en su casa—. He mirado por todos lados, y no está.

— ¿Tienes un diario?—Se entrometió Yoongi en la conversación. Su tono de voz pareció de burla, pero realmente él no tenía las intenciones de burlarse de él. Mas Jimin le malinterpretó.

— Sí, ¿Qué pasa?—Se cruzó de brazos, mirando con la expresión seria a Yoongi—. ¿Qué? ¿Por ello soy menos masculino, o algo así?—Yoongi bufó, sin entender por qué el mar humor de Jimin.

— Yo no he dicho eso, idiota.—Dijo antes de abandonar el aula mientras Jimin maldecía por lo bajo. Jungkook hizo una pequeña reverencia, y se fue detrás de Yoongi.

[Querido diario...] *. YoonMin .*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora