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— Hobi, dices una vez más que fue tu culpa, y me voy de tu casa.—Protestaba Jimin, acomodándose entre las sábanas.—¿Cómo ibas a saber que NamJoon iba a entrar en ese momento a la clase?

— No sé, Jimin. Pero aún así, fue mi culpa haber tardado tanto. Sino, no tendrías que estar en cama con fiebre alta y con la obligación de hacerle el trabajo a Kim y a su amiguito del alma.

— La fiebre fue por culpa de la lluvia, no por ti, tonto. Además... Me imaginaba que esto pasaría de todas formas. Sólo quedan semanas de exámenes y trabajos antes de irnos de vacaciones, así que... Me suponía que NamJoon recurriría a mí, en vez de hacer sus trabajos.

— Deberías negarte, y mandarlo a la mierda. No puedes dejar que te pisotee y humille.—La mirada de Jimin oscureció, y largó un suspiro. No era tan fácil como Hoseok pensaba.

— Suena fácil cuando lo dices... Pero no es así, hyung.—Relamió sus labios al sentirlos secos, e hizo una pausa mientras jugaba nerviosamente con el borde de la sábana.—Me da miedo. Kim NamJoon me da mucho miedo. Me amenazó con decirle a toda la escuela que me gusta Yoongi. Tocó mi punto débil, y no pude negarme. Se me hace un nudo en la garganta, el imaginar cómo NamJoon se lo dice a Yoongi, y éste se ríe de mí.—Esbozó una pequeña sonrisa, y miró con los ojos llenándose de lágrimas a su mejor amigo.- Suena ridículo, ¿Verdad? No sé qué me hizo Min Yoongi, que ahora no puedo vivir sin pensar en él.

— Se llama estar enamorado, Jimin...—Posó su mano en el menor, mirándole con una sonrisa.—Tranquilo, estoy contigo, ¿Vale? No dejaré que Kim te haga daño. No me alejaré de ti, ni un sólo segundo. Lo siento mucho...

— No lo sientas, Hobi. Te dije que no fue tu culpa.—Acercó el cuerpo de Hoseok hacia él, y le envolvió con sus brazos mientras dejaba escapar las lágrimas que tanto estaba reteniendo. Después de un minuto, aproximadamente, abrazados, Hoseok se separó de Jimin al sentir algo en su bolsillo. Sacó aquel bote de pastillas que encontró en el baño. No se acordaba de que lo tenía todavía guardado, y Jimin sintió un escalofrío en cuanto lo vio.

— Esto... ¿Lo trajiste de tu casa, cierto?—Jimin no respondió, y bajó la mirada.- ¿Las estás tomando?-Jimin siguió en silencio.—¿Desde cuándo?

— Sí, bueno... Hace un par de semanas que las dejé...

— ¿Por qué no me dijiste que tomabas pastillas para la depresión? Jimin, somos como hermanos, nos contamos todo. ¿Por qué no me lo dijiste? Podría haberte ayudado sin necesidad de meterte cosas.—Agitó el bote de pastillas mirándolo con asco.

— Yo no... No quería decirte nada... No quería preocuparte.—Levantó la mirada hacia los ojos de su hyung, mirándole con culpabilidad. No le gustaba hacer preocupar a Hoseok.

— Jimin...—Suspiró.—Ni siquiera sabía que las necesitabas. Desde hace poco mejoraste, no tenías tantos bajones como antes, por eso pensé que te... Curaste.

— Hyung... La depresión no es fácil, ¿Sabes?—Rió amargamente.—Y hablar con facilidad de ella, tampoco lo es. No se puede curar en un par de semanas, Hobi. Quiero estar bien todos y cada uno de mis días, sin necesidad de sentir una opresión en el pecho que a veces ni me deja respirar, porque me siento inútil, inferior y una basura para todos. Lo que me pasa no es estar triste porque hace unos años murió mamá. Es la acumulación de toda la mierda que me ha estado pasando. Yo...—Su voz se empezó a quebrar, le dolía su situación, y ni siquiera su mejor amigo podía entender. Porque ni el propio Park Jimin entendía.—Yo quiero que todo esto se acabe, Hoseok.

— Toma.—Agarró la mano de Jimin, y puso las pastillas en la palma de su mano.—Es tu decisión, pero... Te aconsejo que las tires. Deja las pastillas. Me tienes a mí, y podemos buscar un trabajo para pagarte un psicólogo.

[Querido diario...] *. YoonMin .*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora