30 Días de OTP [Silvephiles]

15.- En un estilo diferente

Un año atrás...

2017

Sí, muy chulo el cuerpo de féminas y todo, pero no habíamos recordado ese detallito mensual hasta que nos ocurrió... Allí ambos nos arrepentimos de siquiera haber pensado en quedarnos como chicas.

Varoniles somos más felices.

Ahora le exigíamos al zorro que nos devolviera a la normalidad, obteniendo otro resultado fallido. Incluso me atrevo a decir que aún más grave que el anterior.

No sé ese chico qué piensa al momento de hacer sus máquinas y aparatejos extraños, que en lugar de estar aprevenido por si algo sale mal, mejor decide buscar la cura después. Tantos años y siempre con las mismas fallas; por lo menos no nos explotó aquel objeto ni una de las dos veces, aunque ahora, gracias a ella, ¡éramos humanos!

¡Vaya suerte!

No es por nada pero, sus cuerpos están algo mal proporcionados: Vaya que tener una cabeza tan pequeña y las piernas y torso tan largos hace perder muy fácil el equilibrio y la falta de pelaje es algo que les da mucha desventaja en tiempos en las que hay bajas temperaturas.

Pero bueno, es lo que hay mientras Tails de nuevo se aventura a volvernos a nuestra antigua forma.

De nuevo nos quedamos bajo la seguridad de nuestra casa ya que tendríamos que pasarnos la vida envueltos en una sábana a falta de ropa de nuestro semejante tamaño y más al tener todo a la vista.

Estos humanos sí tienen un serio problema de privacidad. Tan genial que es andar sin ropa por la vida.

 — No me gusta estar así —comentó ahora él mientras apoyaba su cabeza sobre mi hombro; hice lo mismo apoyando yo mi cabeza sobre la suya. Lo único bueno, es que por primera vez tengo una extensión a la cual sí se le merece llamar cuello.

— Ni a mí, pero tenemos que estarlo hasta que Tails nos ayude a estar como antes.

Era por demás raro cuando nos mirábamos al espejo o entre nosotros; sin pelaje yo era de piel un tanto morena, bronceada más que nada y él se tornó de un tono piel pálido, nuestra melena en la cabeza era lo único que nos señalaba al igual que el color de nuestros ojos. Extrañaba mi colita, mis orejas y mi mechón de pelo en el pecho, era demasiada la desnudez que teníamos que soportar.

— Oye, no pongas esa cara —me apresuré a decir cuando me enderecé un poco y logré observar su rostro. Se le notaba triste ante lo que dije. Tomé de su mentón, alzándolo para ver sus ojos; a pesar de ser de otra manera, no dejaban de tener ese lindo brillo y ternura reflejados —. No es tan malo, sí, es algo incómodo, pero no mucho.

— Los muebles nos quedan muy pequeños, Silver, además, no tenemos ropa que vestir y no nos queda mucha comida en la alacena.

— Tails prometió que a más tardar mañana tendría todo resuelto, no tienes que preocuparte por ello. —le dediqué un pequeño beso en la mejilla, provocando una sonrisa en sus labios—. Además, ¿qué importa que andemos desnudos por la casa?, vivimos a mitad del bosque, ¡nadie nos verá! —me apresuré a levantarme, dejando la sábana botada en el sofá.

Rió a la par de que se levantaba sin quitarse aquel cubre camas, me acerqué a él mientras le miraba algo confundido.

— Anda, ¡siéntete libre!, deja que se refresque —le animé tomando de su sábana, pero él me detuvo mirándome con pena.

— Digamos que no me convertí por completo después de la última forma que tuvimos. Quedó un pequeño detallito...

— ¿Eh? 

Retiré de a poco la sábana que le cubría, encontrándome con dicha sorpresa entre sus piernas.

No sé si agradecerle o matar a Tails por ésto... 

 —614 palabras—

No sé si convertirlos en humanos aplique como otro estilo, pero al ser un reto de dibujos no me deja mucho de lo cual tomar.

Es inevitable abstenerme de mostrar mi fanatismo por los cuntboys incluso aquí. Sorry, tenía qué. :3