28.- Haciendo algo ridículo

362 63 8
                                    

Un año atrás...

2017

Caminaba junto a él de vuelta a casa después de haber asistido a la fiesta de Navidad de este año. No había salido como lo esperábamos pero igual fue uno de esos días que guardas a pesar de todo.

Y entre todas esas cosas que me habían dejado un buen sabor de boca y hecho recordar, destacó una pregunta que Sonic me había hecho gracias a una pequeña —brutal— estupidez que hicimos hoy.

¿Qué era lo más ridículo que habíamos hecho en lo que llevamos juntos? Y no especificó si solo en relación o desde que Mephiles llegó a casa.

Y habían sido tantas cosas que se me vinieron a la mente que no supe cómo responderle; no pude dejar de pensar en ello toda la noche.

Es que... ¡somos un desastre con pies y manos! Después de ya tantas tonterías que hemos hecho (que ya lo he dicho antes) han habido tantas que ¡serían capaces de llenar de incomodidad a cualquiera!

Como aquel día en que se nos ocurrió darnos un baño en pleno tiempo de lluvias debajo de los canales de caída de agua de la alcaldía. ¿Por qué? Estar aburridos en casa explica muchas cosas.

O cuando fuimos a una de esas marchas del orgullo gay. Todo bien hasta allí, no fue hasta que terminamos vestidos como Betty-Boop y Marilyn Monroe bailando en uno de los carros alegóricos gracias a unos brownies espaciales que nos dieron unos chicos vestidos de niñitas exploradoras. Y sí, lo dije bien, espaciales.

Terminé siendo "lord, ese es mi asiento" por dos años seguidos gracias a que a Mephiles se le ocurría que subiéramos al transporte público; claro, ¿qué de malo pudiera tener compartir mi presencia con los demás möbians? Pues nada, ¡si no fuera porque yo vuelo... ¡Y no hay necesidad de usarlos!!

Nos interpusimos en la grabación de una película ya que creímos que los protagonistas sí estaban en peligro, aquí lo grave fue que a la mayoría de los extras que servían de antagonistas los mándanos al hospital. ¡Sigo insistiendo en que él es muy bueno usando palos y piedras!

Hace ocho años se me ocurrió llevar a Mephiles a pedirle su cartita a ese Santa de pacotilla en la plaza comercial y le terminó arrancando la barba y bueno... No era falsa.

O cuando Knuckles y Rouge se casaron, Mephiles también fue el protagonista del desastre. Terminó lanzando a Rouge al la piscina cuando ésta lanzó el ramo y yo aventé a Knuckles al pastel cuando intentó asesinar a Meph.

Desde entonces ellos ya no nos invitan a ni una sola fiesta.

Y así podría contar mil y un desastres más que he pasado con ese erizo. Puede que hasta logremos un récord Guinness.

Pero al fin y al cabo, esas son cosas que han tenido que ocurrir; son esos detalles que siempre causan una risa sincera al recordarlas y, aunque no es lo mismo volver a contarlas, puede que hasta te sientas feliz de haberlas llevado a cabo.

¿Por qué?

Porque todo es al lado de la persona que más amas...

—519 palabras—

30 Días de OTP [Silvephiles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora