30 Días de OTP [Silvephiles]

24.- Haciendo las pases

Dos años atrás...

2016

He de admitir que no soy tan pero, tan malo con la aguja e hilo. Digo, por lo menos esto que terminé de hacer se mira de cierta forma descente.

¡A quién engaño! Esto siquiera tiene forma.

Me di a la tarea de arreglar la cosa andrajosa que le había roto a Mephiles. Fue lo único correcto que se me ocurrió hacer.

Siento que pasé el límite y no solo un poco.

Había quedado de cierta forma decente, no parecido o similar pero, ya era algo que tan siquiera tenía una forma un tanto animal.

Cómo esos dibujos que se hacen en los primeros años de escuela.

Caminé con dirección a la habitación en donde él se encontraba, la alcoba la cual ambos compartíamos. Se había quedado allí desde que ocurrió dicho accidente, echo ovillo sobre la cama y con la puerta emparejada.

Me asomé evitando abrir más la puerta, haciendo que aquel pequeño muñeco levitara desde la palma de mi mano hasta él con mis poderes.

Lo encaminé hasta que quedó frente al rostro del azabache, posicionado en la almohada frente a él; pronto miré como lo tomaba y se enderezaba sobre la cama, quedando sentado al centro de ella sin apartar la mirada del muñeco.

Frotó sus ojos con su antebrazo y sorbió su nariz. Me encogí en hombros por dicha acción, sabiendo la razón de ese par de acciones.

Sonrió apretujándole en su pecho, llevando después la mirada hacia mí, en dónde solo se lograban observar uno de mis ojos y mi nariz desde atrás de la puerta.

— No eres bueno haciendo peluches —dijo tras soltar una carcajada. Se bajó de la cama yendo hacia mí, abriendo la puerta sin cuidado en el proceso —. Pero me gusta mucho más que el otro —se apresuró a abrazarme sin dejarme reaccionar antes, aferrándose a mi dorso y hundiendo su rostro en mi mechón de pelo. Ronroneó.

Reí mientras correspondía, apretándole contra mi pecho en respuesta. Tomé de su mentón al disminuir un poco la fuerza del abrazo, haciendo que lo alzara hasta que logré mirar sus ojos. Brillaban de nuevo con alegría, con ternura...

Cómo debía ser...

— ¿Perdonarías a este tonto? —siseé suave, acercando mi rostro al suyo hasta que nuestras narices chocaron.

Él sonrió al momento en que asintió de manera suave, acortando ese pequeño espacio que separaba nuestros labios. Envolví su cuerpo con mis brazos, correspondiendo tan dulce beso.

Pronto estábamos sobre la cama, acurrucados uno contra el otro, disfrutando de la calidez que la manta nos brindaba; disfrutando de las dulces palabras que nos llegábamos a decir mientras esperábamos a caer dormidos.

— Oye, ¿ese florero no se supone que lo tiré la semana pasada?

O bueno, a disfrutar lo poco que dure...

—462 palabras—

Esto ya no es 30 días de Otp, ahora es "tres meses para hacerlo" de Otp.
Que sad compa :'v