22.- En la batalla, lado a lado

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Cinco años atrás...

2013

No sé en qué momento o de qué forma fue que llegamos hasta aquí...

¡Silver, detrás de ti! —escuché su voz seguido de un fuerte estruendo a mis espaldas, me giré, mirándole sobre el robot con un palo y una roca en manos.

... Pero, justo ahora, teníamos una batalla como las de hacía años...

— ¡Vámonos de aquí!, te llevaré a casa y volveré para ayudar —le exigí tomando de su mano, comenzando a correr entre los restos de aquellos artefactos.

Sentí como se zafó de mi agarre de manera veloz, haciendo que ambos nos detuvieramos. Le miré serio al darme la vuelta, él negaba mientras jadeaba.

— ¡No pienso moverme de aquí sabiendo que te harán daño! —chilló mientras empuñaba mejor el tronco que tenía entre sus manos, frunciendo su ceño en señal de molestia.

— Mephiles, no puedes estar aquí, te lastimarán. Yo estaré bien, sé defenderme, tengo forma de hacerlo. Tú no tienes poderes, no tienes como defenderte —gruñó y volvió a darse la vuelta, con las intenciones de volver hacia aquel puñado de robots que parecían rearmarse por sí solos —, ¡no puedo protegerte! Necesito ayudar a los chicos, ¡no tener que perseguirte como a un niño pequeño! —se detuvo un momento antes de proseguir con su caminar.

Negué mientras levitaba hacia él, tomando de sus brazos para detenerle. Miré sus ojos, estos estaban cristalinos.

— No me iré, quieras o no, pienso ayudarte, ¡aunque tenga que apedrear a cada cosa que se mueva! —se removió entre mis brazos, apoyando sus manos en mi pecho para alejarse. Me atreví a acercar más su cuerpo al mío en un abrazo, procurando calmarle.

Forcejeó, ya esperaba que lo hiciera pero, el que se mostrase tan asustado era ese pequeño detalle que me hizo no saber qué decirle.

— Quédate conmigo, ¿sí?, no te alejes mucho —siseé suave contra una de sus inquietas orejitas, logrando por fin que dejase de moverse de forma tan desesperada.

...

Uno a uno caían como una fila de dominós.

Vaya que este chico era muy bueno lanzando cualquier cosa que se encontraba en el piso. Tenía una perfecta puntería y buenos reflejos.

Extraño, ya que yo lo tenía considerado como un completo enclenque. Bueno, no era como que pudies cargar mucho peso pero, con unas cuantas rocas y un palo lograba hacer más que Tails sin el tornado o Cream.

Parecía como si Eggman por una vez en su vida se haya puesto a crear máquinas realmente eficientes en lugar de solo peinar su bigote.

No puedo negar que nos llevamos más de un par de rasguños, estos cachivaches no eran cualquier cosa.

— ¡Hey, Silver! ¿Cómo vas con eso? —escuché decir a Sonic quien se paró a un costado de nosotros, venía siendo perseguido por uno de los tantos "Superbots" _como el panzón les había llamado_, solo que este cargaba rayos lacer.

— ¡De maravilla! ¡Mira que no me había divertido así en años! —exclamé sarcástico, golpeando de nueva cuenta al mismo aparatejo que otra vez se había reconstruido.

Sí, ya necesitábamos un poco de acción en este pueblo olvidado por dios pero, hacer lo mismo después de horas era ridículo.

— ¿Mephiles ayuda? —preguntó de nueva cuenta, volviendo a acelerar su paso en un lento trote; di un último golpe antes de buscar al nombrado a mi alrededor. No estaba.

— ¿¡Dónde se ha metido!? —miré al azul que se encogía en hombros y volvía hacía la máquina voladora que lo seguía, destruyendo ésta por quinta vez con un spindash.

— Silver, no es por alarmarte pero, sería buena idea si miras arriba de ti —alcé la mirada al momento de escucharle, notando a ese erizo azabache montado en la navecilla de Eggman, haciendo que este se agitara de manera violenta con ambos dentro.

¿¡Cómo había llegado has allí?!

Llevé la mirada de nuevo abajo, notando como pronto los robots detuvieron sus ataques hacia los demás y comenzaban a resonar de sus cabezas una cuenta regresiva de autodestrucción.

Alcé de nuevo la mirada al escuchar un estruendo de aquel aparato volador, salía humo del motor.

— ¡Se suponía que tú ya no existías! ¡Largo de aquí! —exclamó presuroso el humano y le dio un golpe fuerte, arrojando a Mephiles de la nave mientras él emprendía su huir.

Me apresuré a atrapar a aquel erizo al momento de ir cayendo, notando que el golpe que había recibido lo dejó inconsciente. Lo tomé en brazos, dando un suspiro ya un tanto más tranquilo; por lo menos él parecía estar bien.

Y había hecho buen trabajo con Eggy.

— ¿Todos bien? —escuché decir a Shadow al momento en que llegó patinando a donde la mayoría estaba; asentimos en respuesta, estando yo un tanto más preocupado por el erizo que estaba entre mis brazos que por los dos o tres rasguños que llevaba sobre la piel.

Por un momento creí que algo podría pasarle...

No lo negaré, temí mucho por él...

—811 palabras—

Pinche eternidad sin escribir :'c
Que quede claro, no había continuado porque me quedé bien trabada en esta y las dos partes que siguen, no tengo ni la menor idea de qué poner en las siguientes.
Además, soy de lo más pésima para narrar una pelea, nótese en esta parte

Adius~

30 Días de OTP [Silvephiles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora