Me tumbo en la cama,
y empiezo a llorar sin motivo aparente.
Las lágrimas salen sin permiso.
No puedo parar.
Lloro en silencio para no despertar a nadie.
Intento calmarme,
pero no lo consigo.
Ahora que lo pienso, puede que si haya un motivo.
El motivo eres tú.
A.
