Demoníaco.

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—Mierda. ¿ChanYeol?


¿Esa era la voz de JongIn?


Pero, maldición, si estaba durmiendo tan bien...


Se removió con pereza, soltando una especie de quejido que demostraba su insatisfacción con ser despertado. Fue una sorpresa la suavidad y el cuidado con el que el moreno le habló, casi como si no quisiera perturbarlo.


—¡ChanYeol!


Y no fue como si el moreno alzara demasiado la voz, fue más bien como un susurro desesperado que demostraba su urgencia para que despertara, así que lo hizo. Con toda la dificultad del mundo abrió los ojos, teniendo que parpadear rápido para poder acostumbrarse a la brillante luz del sol de la mañana.

JongIn estaba apoyado sobe el respaldo del sofá en el que ChanYeol había estado durmiendo, inclinado hacia el frente y con sus cejas fruncidas. ¿También acababa de despertar? Porque era antinatural que se viera tan bien a esas horas de la mañana.

¿Y tú qué mierda estás pensando, ChanYeol?

Se regañó a sí mismo antes de levantarse lentamente, quedando sentado sobre el sofá. JongIn no le dijo nada, simplemente dio un salto sobre el respaldo del sofá y quedó sentado frente a él, una expresión de sorpresa y curiosidad instalada en sus bonitas y armoniosa facciones.


—¿Pasa algo?


Su voz sonó ronca y rasposa gracias a que aún estaba envuelto en ese manto de pereza.

Le sorprendía que JongIn no sintiera repelús por él después de lo de anoche.

Intentó no pensar en ello o se avergonzaría. O quizás se volvería a calentar.

JongIn frente a él parpadeó rápido, sus esponjosos labios estaban ligeramente separados lo cual permitía ver parte de sus dientes. Eso era adorable.

¿Y qué estaba pensando ahora?

ChanYeol agitó la cabeza y se llevó las manos al rostro, el problema de todo aquello fue que, cuando movió sus brazos, el sonido de unas cadenas se escuchó inmediatamente, lo cual le hizo dar un respingo de sorpresa.

Sorpresa que se incrementó cuando volvió a bajar sus manos y se miró.

Una especie de esposas se aferraban a sus muñecas pareciendo brazaletes unidos por una larga cadena que, si bien se veía extremadamente pesada, ChanYeol no tuvo problemas para moverse, casi como si no estuvieran ahí. ¿Qué carajos era todo eso?


—Tu estado demoníaco. Ahora si podrás aprender a controlar tu poder...


El moreno susurró. Parecía más sorprendido que el mismo ChanYeol.


—¿Estado demoníaco?


JongIn le miró de soslayo ya que al parecer había encontrado más interesante analizar esas cadenas que colgaban de sus muñecas.


—Tu versión demonio. Sufres ciertos cambios físicos porque muestras tu "verdadera forma" y así es más fácil que seas consciente de tus poderes. Una vez que lo manejes, no será necesario que siempre entres en este estado para poder controlar el arma que te fue asignada.

Alas y Tridentes. (ChanKai/KaiYeol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora