¿Sentido?

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Dio una mirada rápida al reloj que estaba colgado en la cocina. Las siete y media de la mañana. Joder. Tomó rápidamente su mochila y su polerón, se lo pondría por el camino a la Universidad, guardó las llaves en el bolsillo trasero del pantalón al igual que su billetera. El celular lo tenía en la otra mano, y el cabello aún lo traía completamente desordenado; lo bueno era que estaba lo suficientemente corto como para peinarlo sólo con los dedos.


—¡Ya me voy, mamá!


Gritó, colgándose la mochila al hombro y abriendo la puerta. Pudo escuchar unos pasos a lo lejos y supo que su madre se acercaba a toda velocidad. Rodó los ojos, teniendo claro que le llegaría un grito si no la esperaba, así que mantuvo la puerta abierta con uno de sus pies, aprovechando de ordenar un poco su cabello.

La melena de su madre fue lo primero en ver. ¿Y cómo no? Si era de un intenso color rojo que, además, tenía rizos algo desordenados que le daban un aire rebelde a todo ese rostro que seguía viéndose tan joven y dulce. ChanYeol sonrió cuando los ojos de la mujer se fijaron en él.


—¿Y te ibas sin despedirte?


—No quiero llegar tarde, mamá.


La esbelta y alta mujer dio pasos rápidos hasta él para terminar de acortar la distancia entre los dos, tomándolo de las mejillas apenas terminó de hablar y dándole un apretón que le hizo abultar los labios.


—Aún así. No puedes irte sin decirme que me amas.


El tono juguetón de su madre le hizo rodar los ojos, a lo que la mujer le respondió con una suave risa. Su madre era una dulzura.


—Estaba pensando que después del examen deberíamos ir a comprar un traje de Deadpool y así sales a buscar dulces con los niños para halloween. ¿Qué te parece?


La mujer ladeó la cabeza, sonriendo, ChanYeol dio una mirada de reojo al reloj. Mierda.


—¿No podemos hablarlo después? Mamá, estoy atrasado.


La mujer bufó, luego le soltó las mejillas.


—Está bieeen.


ChanYeol dio un respingo cuando su madre le tocó el cabello en una caricia que descendió hasta una de sus mejillas.


—Aish. Me hubiese encantado que tuvieras un cabello como el mío ¿Por qué me quise casar con un hombre de cabello negro?


—Mamá...


Y fue imposible que ChanYeol no soltara una carcajada, inclinándose hacia el frente para dejar un beso sobre la suave mejilla de su madre.


—Luego te explicaré sobre los genes recesivos.


Alas y Tridentes. (ChanKai/KaiYeol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora