Capítulo 2

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-Veo que se están llevando bastante bien- mencionó Makoto al verlos juntos retozando en la orilla - Conseguí algunos peces- sonrió mostrando su botín

-¿Qué pretendes?- preguntó apresurado encarando a Makoto

-¿Disculpa?

-No te hagas el tonto- lo miró furioso -La única razón para comprarle una persona a ese sujeto asqueroso es para hacerlo un esclavo sexual.

-¿Esclavo sexual?- ahora si que estaba confundido

-¡Deja de hacer esa cara de idiota!,  ¡Jamás dejaré que me pongas una mano encima!- sentenció

-¿Y por qué querría hacer eso?- se sintió ofendido por sus acusaciones sin fundamentos -Estás completamente errado...- pero decidió molestarlo un poco pues lo había juzgado sin siquiera conocerlo -aunque debo admitir que no estas nada mal- lo miró de arriba hacia abajo con una coqueta sonrisa -Con esa única tela blanca amarrada a tu cintura que se pega a tu cuerpo por la humedad y se transparenta te hace ver realmente sexy- ante el comentario de Makoto se cubrió rápidamente la entrepierna sacándole una carcajada al castaño -pero fue Nish quien te quería y la verdad no sé si él está interesado en tener sexo contigo pero si quieres hacerlo con el no te lo impediré sin embargo debo advertirte que tiene pareja y es muy celosa.

-¿Qué diablos dices?

-Lo que escuchaste, le perteneces a Nish no a mi- sonrió dejándolo anonadado - Y ahora si me disculpas necesito cambiarme porque ya me canse de estar empapado- Haruka se alejó de Makoto y de Nish para sentarse entre los matorrales pues aún no se sentía bien y escapar hacia el desierto en ese estado no era buena idea, ya lo intentaría en otro momento.


Desde su lugar Haruka observaba atento como Makoto desenrollo y extendió un grueso tapete donde Nish se aproximó para echarse - ¿No tienes frío?- preguntó pero fue ignorando por lo que Makoto siguió preparándose para pasar la noche en ese lugar.

Después vio como desdobló más telas con la intención de hacer algo con ellas -¿Qué clase de chico lleva aguja e hilo a un viaje a través del desierto?- repentinamente preguntó a Makoto quien absorto cosía un par de telas para formar algo que Haruka aun no lograba descifrar

-Alguien como yo- sonrió al ver su interés en lo que hacía -Por cierto mi nombre es Makoto, ¿Cuál es el tuyo?

-Ya me presenté con mi amo, no tengo que hacerlo contigo.

Si que estaba real y totalmente a la defensiva - Está bien...- ya no insistió


La temperatura comenzó a descender y entonces Makoto decidió que era tiempo de preparar la fogata antes de que oscureciera por completo además tenía que cocinar los peces que atrapó

-Hey Nish- llamó a su mascota quien estaba junto a él observando cómo se cocinaban los pescados - Tienes que ir por tu juguete, debe tener frío y la cena ya esta lista.

Nish bufo y se paró acercándose a Haruka - ¿Qué quieres?- preguntó sorprendió al tenerlo tan cerca pues si que era enorme, sin embargo lo siguiente que hizo no se lo esperaba -¡Oye!- gritó intentando zafar el mechón de su cabello que el mamífero había tomado en su hocico -¡Me lastimas!- comenzó a tirar para obligarlo a caminar hacia la fogata -¡Ya basta!- y se detuvo, dejándolo hincado en el tapete en medio de él y Makoto -¿Por qué hizo eso?- preguntó frotando su cabeza intentando calmar el dolor

-Supongo que estaba preocupado por ti y no quería que estuvieras solo- sonrió ofreciéndole uno de los pescados fritos

Sin rechistar Haruka tomó el pez y comenzó a comer.

CrisantemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora