Capítulo 21

173 21 1
                                    

Cansado por la actitud del castaño decidió tomar cartas en el asunto pues estaba harto, Makoto no salía de su taller más que algunas veces y cuando intentaba hablar con el solo intercambiaba un par de frases y se regresaba para encerrarse.

-Haru, tu comida está lista- lo llamó Kao acercando su platillo

-Gracias- aunque decidió confrontarlo no sabía como pero vio una pequeña oportunidad -¿Eso es para Makoto?

-Si- señaló el segundo plato sobre la mesa -Se lo llevaré en un momento

Haru encontró la forma -Yo lo haré

-¿De verdad?- enseguida asintió -Gracias, me ayudaría mucho porque aun no termino el almuerzo de los demás.

Al llevar la comida sería una excusa para entrar al taller y ver qué era lo que acaparaba la atención de este o intentar saber porqué estaba tan distante pues además de llevarle su plato planeaba quedarse con él a comer y no aceptaría un no por respuesta. Determinado tomó una charola donde colocó ambos platillos junto a los vasos y la jarra de jugo iniciando su andar.

Al llegar a la puerta del taller lo llamó y terminó pateándola pues estaba tardando en salir y sus brazos no aguantarían mucho -Haru, que sorpresa- vaya que su aparición lo sorprendió pues no esperaba que fuera él quien le llevara la comida

-Muévete Makoto- el más alto intentó recibir la charola pero Haru no se la iba a dar

-Bueno- a paso lento se introdujo en el inmueble acomodando todo en la mesa mientras inspeccionaba el lugar sin nada fuera de lo común

-Es bastante comida- mencionó aproximándose a ver lo que Haru dejó -No creó terminar con todo.

-Uno de ellos es mío.

-¿Tuyo?

-Si, comeré aquí

Si el moreno deseaba quedarse no lo correría a pesar de querer mantenerse al margen de él -Está bien- Haru se sentó en una de las sillas disponibles esperando a Makoto mas sin embargo solo agarró su plato y se retiró hacia su escritorio sin intención de sentarse juntos, una vez más sintió la distancia entre ellos perdiendo el apetito generándose un nudo en su garganta

-Ya estás arrepentido de comprarme…- Susurró -Lamento incomodarte- Al escuchar claramente sus palabras se giró llamando toda su atención

Sin entender lo que ocurría solo vio como Haru se levantó dirigiéndose hacia la salida -¡Haru, espera!- rápidamente corrió para tomarlo de la mano e impedir que se fuera -Oye...- Haru empezó a llorar -¿Por qué? ¿Por qué lloras?

No se dio cuenta en qué momento comenzó pero ahora que estaba de frente al castaño las lágrimas se intensificaron -Porque...- el llanto no le dejó terminar

-Haru-chan- aún recordaba la ocasión en que lo vio llorar por sus imprudencias y tonterías, aquella vez que habló de más y nuevamente era culpable de su llanto -Yo nunca me arrepentiría de tenerte conmigo- fue envuelto por sus brazos apresándolo entre su pecho intentando consolarlo -No sé qué fue lo que paso, no se que te hizo pensar que me arrepentía e incomodabas- se alejó un momento para divisar su rostro coloreado de rojo sin indicios de parar de llorar -Pues tu eres lo mas valioso que tengo en mi vida.

Que contradictorio, si era así ¿Entonces por qué lo evadía? -¿Por qué me evitas?

-No era mi intención.

-Te fuiste más de un mes. Fue mucho tiempo sin saber de ti, me hizo pensar que no volverías, que te habías olvidado de mí... Que me habías dejado y cuando volviste lo confirmé- una vez mas las lagrimas que logró apaciguar brotaban sin parar de los ojos azules -supe que me odiabas, supe que ya no me querías cerca como hoy que ni siquiera soportaste comer junto a mi

Lagrimas y mas lagrimas era lo que había junto a esas tonterías que se atrevió a pensar porque nada de eso se acercaba ni un poco a lo que realmente pasaba. Al verlo desesperado sabía que ya no había vuelta atrás, debía ser claro o eso intentaría -Yo nunca te odiaría de hecho es todo lo contrario pero no es correcto, no era correcto acapararte.

-¿Qué?- su incertidumbre se lo hizo saber con un gesto

-Estaba curioso- notó un pequeño rubor en las mejillas del más alto quien en ningún momento lo soltó - Cuando volví pregunté a Momo y el dijo que tu y Kao estaban saliendo, no lo creí al inicio pero conforme los observé juntos me di cuenta que era cierto y no era apropiado que siguieras conmigo cuando debías estar con tu linda novia.

Haru soltó un profundo suspiro -Idiota- Se impactó y ofendió al ser insultado -No estoy saliendo con Kao, las cosas no resultaron así

-Pero...

-¡No es mi novia! ¡¿Eres tan idiota que por esa razón te encerrabas con llave aquí?!

-Amm…- si, se sentía idiota -Hay algo de cierto en eso pero el motivo por el que me encierro es porque estoy trabajando

-¿Y desde cuándo te encierras bajo llave?

-Siempre que trabajo lo hago y mas cuando es para el sultán  

-¡Mientes! Al elaborar la túnica y zapatos no estabas encerrado

-No miento- se enteraba apenas que así como él no preguntaba a Haru sobre sentimientos y demás, Haru no preguntaba cosas personales a él -Cuando llegaste solo faltaban unos detalles en la túnica e ingresastes aquí aprovechando que fui al baño y deje abierto, con los zapatos estabas muy distraído haciendo el crisantemo como para ponerme atención ¿Por qué crees que los demás no se preocupan porque esté encerrado todo el día? No preguntaste a nadie si me comportaba extraño ¿Cierto?

No lo hizo, ni lo pensó por el conjunto de embrollos que en su mente se formularon -No.

Aclarado un poco el asunto deshizo el abrazo pero sin soltar sus manos -Sin embargo también debí ser más consciente de ti, lo siento- fue un beso inconsciente el que depositó en sus manos provocando un sonrojo en él moreno que quiso disimular agachando la mirada -¿Quieres ver lo que estoy haciendo?- aceptaría si así el castaño dejaba de mirarlo con esa sonrisita boba que lo avergonzaba más -Mira

Lo jaló hasta el escritorio donde se encontraban varias piedrecillas que se veían valiosas además de que también tenía varios instrumentos que algunos no sabía su función y hojas de papel llena de garabatos sin sentido -No entiendo que haces.

-¿Cómo que no lo entiendes? Mira, mira aquí está el boceto

-Ya te dije que dibujas horrible ¿Cierto?

Hizo un mohín con sus labios en señal de disgusto -Si, en repetidas ocasiones. Eres bastante cruel

-¿Entonces me dirás que es?

Resignado a reconocer que sus dibujos no eran tan buenos respondió -Encontraron esposa para el sultán, me pidió hacer los anillos de compromiso y de boda

CrisantemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora