Capítulo 10

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La clases personalizadas de Makoto dieron inició, algunas veces eran bastante tediosas pues el castaño tendía mucho a divagar y eso exasperaba a Haru por lo que en ocasiones escapaba de ellas buscando un respiro como lo hacía en ese momento en la piscina -¡Qué estás haciendo Haru!- gritaba desde la orilla -¡Te estuve buscando por todas partes cuando me canse de esperar a que llegaras al taller!- aguardó por una respuesta pero solo fue ignorado -¡Sal de ahí!- Haru le dedico un sonrisa y se sumergió -Haruka…- claramente lo estaba retando.

Sin pensarlo se quitó la camisa y se aventó por el moreno -Espera Makoto- comenzó a forcejear cuando lo tomo en brazos colocándolo sobre su hombro como si fuera un costal y salir así con el del agua -Deja vestirme- pero no lo dejaría bajar, estaba molesto con el -Makoto todos verán mi trasero- intentaba cubrirse pues al entrar a la piscina solo se amarro el turbante azul que el castaño le dio a la cintura y la posición en que era cargado exhibía un poco la piel de esa parte de su cuerpo

-No importa- ¿Que no importaba? A su parecer Makoto se había vuelto loco -He visto tu trasero y esta perfecto.

Definitivamente para Haru, Makoto enloqueció -¡Idiota bajame!- comenzó a patalear cuando se dio cuenta lo cerca que estaban del edificio principal -Makoto- pero por más que golpeaba su pecho y cabeza no había cambio en la opinión del chico de ojos verdes

-¿Makoto-san?- era Kao quien se sorprendió al verlos entrar y Haru quería morir pues la chica no estaba sola, Chigusa también estaba presente

-¡Makoto!- gritó una vez más pero como anteriormente no hubo respuesta solo siguió caminando y Haru siguió intentando cubrir su cuerpo para que las jóvenes no vieran de más

Llegaron hasta el taller donde finalmente lo bajo -¡Idiota!- estaba furioso y al no tener nada a la mano decidió tomar el turbante empapado de su cintura y aventarselo a la cara ya que tenía la necesidad de golpearlo -¡Ellas me vieron desnudo!

Makoto removió la prenda de su rostro mostrando un risa burlona -Es tu culpa, si no hubieras escapado nada de esto hubiera ocurrido además te dije que estás bien así que no tienes porque preocuparte de que te vean desnudo.

-¡Idiota!- busco algo más que arrojarle pero no encontró nada

-Lo siento, lo siento- se disculpó, tal vez si se había pasado un poco Haru se veía realmente molesto -Toma- le paso algunas prendas que ahí tenía para que se vistiera -¿Me perdonas?- preguntó acercándose a Haru quien no le quitaba la mirada de encima -Haru-chan ¿Me perdonas?

-Déjame en paz- le arrebató la ropa y rápidamente comenzó a vestirse para salir del lugar, no tenía ganas de continuar ese día con el castaño

-¿A dónde vas?

-No te importa- azotando la puerta se fue dejándolo solo

-Rayos- suspiro rascando su nuca -creo que me excedí- Tendría que descubrir la forma para que Haru lo perdonará

-¿Makoto-san?- era nuevamente Kao quien se veía avergonzada -¿Qué fue lo que pasó?

-Yo… Creo que me comporte como un idiota.

-Haruka fue a su habitación- era Chigusa quien reapareció de la cocina -Debería hablar con él, se veía muy enojado.

-No creo que quiera verme.

-Yo pienso que debe ir lo más pronto posible y disculparse.

-Si, estoy deacuerdo con Kao- animó Chigusa sin embargo Makoto no estaba seguro pero las insistentes chicas no lo dejaron hasta convencerlo.

Parado frente a la puerta del moreno no se decidía a llamar o escapar pero debía enmendar su error -Haru- tocó la puerta pero no respondió y armándose de valor decidió acceder sin ser invitado -voy a entrar- al hacerlo divisó a Haru en una silla frente a la ventana mirando hacia afuera

-¿Que quieres?- preguntó sin mirarlo

-Yo…- bien, no tenía ni la más mínima idea de qué decir -Amm…-Haru se giró para verlo poniéndolo más nervioso -Lo siento

Haru suspiro cansado, el castaño se veía arrepentido -Está bien- además ya quería dejar eso en el pasado

-Haru-chan yo…

-Dije que esta bien, ya olvidalo.

-Pero aun así haré lo que tu quieras como disculpa.

-No digas tonterías.

-Pero es verdad, haré lo que tu me pidas si quieres me desnudo frente a las chicas o si quieres voy a la ciudad y lo hago ahí- no podía creer las estupideces que balbuceaba realmente no le pediría nada de eso -¿Qué quieres? Dímelo y lo haré- ¿Qué quería? Eso mismo se preguntaba pero llegó una idea y no era mala

-Quiero un camello- tener uno seria entretenido -Quiero a Chappy.

-¿Eh?

-Quiero que me des a Chappy- se había encariñado con ella y era realmente hermosa

-¿A mi hija?- simplemente no podía creer -¿A mi hermosa niña?

-Si.

-No…- y se alteró al comprender la petición -¡No, no, no , nooooo! ¡De ninguna manera te daré a mi bebé!

-Dijiste que harías lo que pidiera- aunque parecía cruel no se retractaría -y quiero que me des a Chappy.

-Pero…- parecía que iba a llorar -Mi bebé, es mi nena.

-La quiero.

-No me hagas esto por favor- suplicó

-Entonces no digas que harás lo que pida a la ligera.

-Perdón.

-Está bien, déjame solo tengo sueño- Sin decir nada más salió del cuarto

Prefería mil veces desnudarse que dar a Chappy. Definitivamente no podría entregarsela, Haru se iría cuando finalizara su traje y nunca más la vería, tampoco vería a Haruka y eso también lo entristecía de solo pensarlo pero no podía obligarlo a quedarse -No puedo...- murmuró

CrisantemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora