Una nueva vida ~ Historia de Justin Bieber

Capítulo I : Una nueva vida



- ¡Papá. Ya te dije mil veces que no quiero ir! - Le grité desesperada.

- Jessica, yo te dije mil veces también que no hay otra opción. Ese trabajo es una oportunidad que no puedo desperdiciar así como así.

- ¡Pero toda mi vida está aquí. Mis amigos, mi instituto, todo!

- Bueno, allí también harás muchos amigos, seguro. Y te codearás con gente de alta clase, recuerda a donde vamos.

- Yo no quiero codearme con niños pijos que solo saben llamar a sus papás si tienen algún problema. Yo no quiero ser eso, quiero quedarme aquí con gente de verdad.

Mi padre salió de la sala sin responderme. Seguí haciéndome la maleta cabreada, hasta que volvió a la habitación con más ropa.

- Tengo una sorpresa para tí allí. - Me dijo, tras entrar.

- ¡No quiero nada, ni sorpresas ni nada. Solo quiero quedarme aquí! - Le dije, aunque en realidad me empezó a picar la curiosidad.

Estuvimos callados un rato, pero volví a hablarle.

- ¿Qué sorpresa?

- Cuando llegues lo descubrirás, princesa. - Dijo, dándome un beso en la frente, como hacía cuando era pequeña.

- ¡No! ¡Me da igual lo que sea, no quiero ir. Aparte, seguro que es mentira!

- Yo no te miento, y lo sabes.

- Cuando te interesa... - Dije, sin terminar.

Se produjo un silencio interminable, mientras seguíamos haciendo las maletas.

- Saldremos esta noche, a las 11. Iremos al aeropuerto.

- Osea, que ya es seguro, ¿no? - Dije, sabiendo la respuesta.

- Así es, y Jessica, no voy a discutir más contigo, vamos a ir a Stratford y no hay más que hablar. - Terminó firmemente mi padre.

- Que asco... - Susurré. - ¿Al menos podré hablar con Sandra antes de irme, no?

- Claro, invítala a casa.

Sandra era mi mejor amiga. Nos conocíamos desde muy chicas y siempre que hacíamos algo nos lo contábamos. La verdad que era muy muy distinta a mi, todos sus gustos musicales, de moda, de todo, eran diferentes a los míos.
Y una de las cosas que no me gustaba de ella, esque ella adoraba y amaba locamente al niñato del momento, a Justin Bieber. En cambio yo le odiaba, era el típico chulo y creído.

Cuando la llamé y le conté que me iba, se presentó en mi casa en cuestión de minutos.

La hice pasar y la llevé al salón, donde estaba mi padre terminando una cosa en su ordenador.

- Papá, ya llegó Sandra.

- Anda ya me vuelves a hablarme, que bien. - Dijo levantándose y con un café en la mano.

- Papá cállate... Perdona Sandra, esque me peleé con él, no quiero ir a Canadá.

- Dios que suerte tienes Jess, ojalá pudiera ir allí.

- Voy a Stratford, allí no hay nada que valga la pena.

- ¿Que nooo? - Dijo, casi ofendida. - Perdona, pero allí nació y vive J...

- Una cosa Sandra - Le interrumpió mi padre - ¿Tu eras fan de Justin Bieber, no?.

- ¿Fan? Está loca por él. - Dije

Sandra solo se rió, le daba verguenza hablar de esos temas con adultos.

- ¿Pues sabes qué? Quizá Jessica te pueda contar cosas de él. - Dijo mi padre, dando un sorvo a su café.
- ¿De qué hablas papá?

- Jessica, ¿recuerdas la sorpresa que te dije antes?

- Si... - Dije dudosa.

- Pues verás, la persona con quién haré los negocios por lo que vamos a Canadá se llama Pattie Mallette.

Entonces, Sandra pegó un pequeño grito, y se llevó la mano a la boca.

- ¿Quién... quien es?

- Pues la madre de Justin Bieber, que raro que no la conozcas gustándote Justin. Y aún no es seguro pero para no gastar dinero en hoteles y demás, Pattie nos invitó a su casa. Vivirás posiblemente con Justin.

- ¿QUÉ? - Gritamos Sandra y yo sorprendidas.

Las dos nos miramos sin poder creerlo, aunque por motivos distintos. Para ella eso era... el cielo, para mí el infierno y para colmo era yo la que tenía que ir. Si no podía soportar a ese niñato por la tele, cómo lo haría en vivo?...

- ¿Perdon? Que a mi me gusta ese? Estas loco papá, yo le odio.

- Todas las chicas de tu edad se mueren por él.

- ¡Pues yo no soy como todas las chicas de mi edad, ¿de acuerdo?! - Le grité furiosa.