Lance tenía el más maravilloso sueño desde que habían abandonado la tierra y era precisamente sobre su hogar. Se podía ver a sí mismo recostado en una silla playera, junto la costa de blanca arena bañada por las olas. Una ligera briza le sacudía la corta cabellera llenándolo con un agradable sentimiento de paz...
–¡ARRIBA! ¡ES UN EMERGENCIA! ¡SOMOS ATACADOS!
Lance cayó al suelo de su habitación después de dar el brinco de su vida ante el tremendo grito de Coran.
–Pésimos reflejos, número tres, pero tú reacción fue al menos más rápida a comparación de los demás -objetó el alteano contemplando el tiempo en su tiker.
–¿Coran? –soltó Lance desde el suelo –. ¡¿Que quiznak pasa?!
–Es un simulacro –explicó el hombre indicándole la versión alteana de un megáfono –. Y tú has reprobado la prueba. Creí que era necesario un cambio después de los simulacros iniciales; me pareció que un acercamiento sería mucho mejor, pero los resultados no han sido tan favorables.
–No lo sé ¿no has pensado en NO despertarnos a la mitad de la madrugada?
–Que tonterías dices –objetó Coran sacudiendo la idea con su mano, antes de marchar a la puerta de cuarto –. No hay madrugada en el espacio.
Refunfuñando para sí, Lance se levantó del suelo y siguió al demente alteano hasta el pasillo exterior de su habitación, mientras acomodaba su piyama de nuevo sobre su hombro. Una vez fuera de su cuarto se encontró con otros dos semblantes incluso peores que el suyo.
Hunk vestía igual sus piyamas amarillas y parecía dormir de pie, mientras de su boca escapaba un hilito de saliva. A su lado Keith vestía normalmente con excepción de su chaqueta roja, pero ante la condición de su cabellera, su posición encobrada y sus ojos entrecerrados, quedaba claro que había sido también levantado en un mal momento.
–¿Que te paso a ti? –le preguntó Lance arrastrando los pies hasta éste ultimo.
–Si hubiera sabido que Coran planeaba despertarnos en la madrugada, no habría entrenado toda la noche.
Sin agregar nada más y marchando casi sonámbulos siguieron los pasos Coran hasta la siguiente habitación.
–¿Listos paladines? –preguntó con alegría de pie frente la puerta del cuarto de Shiro –. Veamos sí finalmente alguien cubre las expectativas.
Sin esperar respuesta de los tres jóvenes detrás de él, Coran se lanzó al interior de la habitación tan pronto la puerta se abrió frente a él. A pesar que llenó sus pulmones de aire para soltar su llamado de alarma por el megáfono, este nunca se produjo. Confundidos por el repentino silencio, Keith, Lance y Hunk asomaron sus cabezas por la orilla de la puerta de la habitación para toparse con la imagen petrificada de Coran.
El pobre alteano se había quedado paralizado sin saber qué hacer al toparse con Shiro y Pidge dormidos juntos en la cama. Ambos habían rodado durante la noche y terminado cara frente a cara, con sus brazos intercalados y sus rostros muy cercas el uno del otro. Sus semblantes eran tan apacibles como inocencia pura.
–¡Oooowwww!!! –gimió con ternura Hunk tan pronto los vio, mientras a su lado la quijada de Lance caía hasta el suelo y Keith entornaba la vista para tratar captar con claridad la imagen frente a él.
Aún falta una parte más.
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VLD-Mini Fics
HumorUna serie de mini fics que contienen diferentes momentos, escenas, ships y otras ocurrencia de VLD, con el solo propósito de entretener. Principalmente comedia, no-canon y un poco lenguaje inapropiado. Contenido levemente inapropiado para menores...