Déjame dormir contigo (Continuación)

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–Interesante –comentó Coran mientras él, Hunk, Lance y Keith contemplaban a Shiro y Pidge dormir plácidamente en la cama, abrazados el uno al otro –. ¿Acoso esto tiene algún tipo de significado? –preguntó con curiosidad a los humanos junto a él.

–¿Eh? –balbuceó Hunk rascándose la nuca sin saber exactamente qué decir. La verdad, ni siquiera ellos estaban seguros que tuviera algún significado en específico.

–Yo solo espero que signifique que se acabo el simulacro –soltó Lance sin apartar la mirada de Shiro y Pidge sin saber cómo sentirse con ello.

–¿Podemos volver a dormir? –agregó Keith aún con la expresión de pocos amigos por la falta de sueño.

–Creo que sí –dijo Coran resignado –. No veo razón por la cual continuar....

–Perfecto –lo interrumpió Keith y ante la miradas de todos, caminó derecho hasta la cama donde dormían el paladín negro y verde, para luego meterse sin ningún reparo debajo las colchas justo detrás de Shiro. En lo que Keith se acurrucaba contra la espalda del dormido, éste soltó un leve gruñido pero continuó con sus dulces sueños. Las pesadillas que normalmente lo acompañaban en sus siestas habían desaparecido tan pronto dejo de encontrarse solo en la cama.

Pero regresando al mundo de los conscientes, Lance volvió a perder la compostura ante el extraño arranque del paladín rojo.

–¡Keith! ¡¿Qué quiznak estas haciendo?!

–Shush –lo calló en leves murmullos adormilado por la calidez de la cama –. Despertaras a Pidge y Shiro.

En lo que la mente de Lance trataba de asimilar lo que sucedía ante sus ojos, intercambio unas leves miradas alarmadas con Hunk (quien se había mantenido muy calmado al respecto) hasta que éste soltara con jovialidad:

–¡Genial! ¡Piyamada!

Y antes de que Lance pudiera decir algo, Hunk trepó alegremente sobre la cama aplastando a sus ocupantes en su camino. Ninguno de ellos hizo el menor intento de despertarse o levantarse mientras el paladín amarillo se acomodaba entre la pared y Pidge. Fue cuestión de leves segundos para que los cuatro continuaran con su relajante siesta.

Lance estaba con la boca abierta.

–¿Es un comportamiento normal en los humanos? –preguntó de nuevo Coran totalmente perdido en lo que estaba pasando.

–Con un quiznak –maldijo Lance refunfuñando antes de unirse al resto de los paladines en la cama, empujando a Keith a un lado para poder acomodarse junto al borde.

El leve sonido de la respiración de los humanos durmiendo, así como leves ronquidos lleno por completa la habitación. Coran se quedo parada junto a la puerta aún sin tener idea de que acababa de pasar. Sin decir una palabra o sin siquiera volverse, comenzó a caminar lentamente hacia atrás hasta salir al pasillo y cerrar la puerta detrás de él.

Sin duda debía comentarle a la princesa Allura del extraño acto que realizaron los humanos.      

Ésta historia fue el inicio de mi universo polydin VLD

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Ésta historia fue el inicio de mi universo polydin VLD. Si alguien le interesa, hagamelo saber para publicarlo al terminar con éstos minifics.

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