Una serie de mini fics que contienen diferentes momentos, escenas, ships y otras ocurrencia de VLD, con el solo propósito de entretener.
Principalmente comedia, no-canon y un poco lenguaje inapropiado.
Contenido levemente inapropiado para menores...
Las explosiones retumbaban en poderosas vibraciones contra la metálica cubierta de su león negro, aún así Shiro se mantenía concentrado en acabar con todas naves Galra que tuvieran la mala suerte de toparse con su cuchilla de mandíbula.
Una nueva batalla y otro mundo que salvar, se había vuelto rutinario y hasta casi frustrante ese círculo vicioso y bélico en que habían caídos atrapados en aquella guerra. Como líder, Shiro lo tenía claro: era su deber, su obligación y responsabilidad luchar por la libertad de aquellos que no podían hacerlo contra el tiránico imperio de Zarkon. Pero era inevitable, incluso para él, sentirse con el paso del tiempo agobiado con el contaste estrés de la lucha extrema.
Con cada una de la batallas que enfrentaba, la armadura resultaba pesada en sus hombros, la vida de sus compañeros sobre su espalda, la luces de las pantallas cegaban y las constantes alarmas hartantes. Nunca lo admitiría y mucho menos en voz alta, que comenzaba a cansarse de estar ahí.
Claro que luchaba por sí, sus compañeros, por lo justo y la vida. Pero...
Pudo escuchar como una leve voz detrás de su oído que le cuestionaba su verdadera razón de ser ¿Como había terminado ahí? ¿Que lo llevó hasta ese punto? ¿Donde empezó todo?
Una fuerte explosión y varios laceres obligaron a Shiro a realizar una maniobra precipitada y girar el cuerpo de su león sobre sí mismo a alta velocidad. Las poderosas fuerzas g aprisionaron su cuerpo contra su asiento, en lo que trataba no perder la conciencia. Fue cuando lo vio.
En una milésima de segundo la visión de Shiro captó el exterior de su león, enfocándose curiosamente en un punto del espacio ausente de naves, explosiones o cualquier rastro de la batalla. En cambio se encontraba las estrellas con su maravilloso resplandor y, los colores bastos y al mismo tiempo profundos del universo. Era un espectáculo avasallador que detuvo la respiración del piloto del león negro y ensordeció sus oídos.
Ahora lo recordaba, eso fue lo que lo llevó hasta ahí en un principio. Esa visión... ese misterio. Lo vasto del universo que lo llamaba a conocerlo y explorarlo, e incluso con las cosas horribles que había descubierto en él, aún lo maravilla y deseaba explorar más.
-¡Shiro! ¡No están rodeando! -escuchó la voz de Keith buscando su guía por el comunicador, volviéndolo así a la realidad -. ¡¿Qué hacemos?!
-¡Continuar luchado! -respondió reanimado ante aquel sentimiento de amor por la exploración que había olvidado dentro de su ser.
Era su deber salvar la galaxia, para poder conocer más de ella.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
