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Los Dream se encontraban sentados cómodamente en un sofá discutiendo sobre el cambio repentino de Haechan. Todavía no querían hablar del tema con sus mayores, si ocurría algo todavía más preocupante de seguro lo consultarían.

—Puede ser que se sienta agobiado por el próximo concierto... —Sugirió Jisung.

—Lo dudo —Dijo Chenle—. —Le encanta bailar y que la gente lo anime, casi siempre baila con una sonrisa.

Y así estuvieron cerca de diez minutos descartando ideas.

—Siento que es porque no le damos mucho cariño, yo siempre le estoy dando a todos, pero a Haechan el que menos. Puede sentirse mal por eso... En parte podría ser mi culpa. —Pronunció Jaemin un poco triste.

— Pero eso no tiene sentido —Jeno intentó borrar esa idea de la cabeza de Nana. — Tú eres el mejor en hacer sentir bien a la gente. — No seas tonto. —Añadió, apretándole suavemente la mano para reconfortarlo.Principio del formulario

—No te sientas culpable, puede que sea algo no relacionado con nosotros. —Renjun puntualizó.

—¿Qué opinas tú, Mark? —Chenle giró su cabeza para mirar al mayor—. —Has estado muy callado.

Era verdad, desde que empezaron a sacar teorías, Mark miraba al suelo pensando en lo que podía pasarle a su amigo. Se le ocurrían cosas relacionadas con él, porque siempre le estaba rechazando cuando se ponía de manera insoportable, pero lo quería mucho. No quería que se repitiera la gran pelea que tuvieron el pasado año.

—No lo sé, no se me ocurre nada. —Mark se encogió de hombros.

—Suena extraño que diga esto, pero... echo de menos las tonterías de Haechan. —Confesó Renjun.

—Y a ti siempre te da la mayoría de los besos... ya no lo hace. —Dijo Jeno refiriéndose a Mark.

Mark no dijo palabra, realmente extrañaba sus muestras de cariño. Extrañaba sus abrazos. Extrañaba la risa del menor.

—Siento que Haechan está ausente... pero no sé realmente si se siente triste. —Mark suspiró.

—Bueno... —Jisung tosió—. —Creo que se siente mal. —Susurró evitando las miradas de los miembros.

—¿A qué te refieres? —Preguntó Chenle. —Todas las miradas se fijaron en el maknae.

—Eh... —Dubitó.

—Habla — Mark le ordenó desesperado.

—Bueno... Ayer cuando estábais cenando y yo os dije que iba a cargar mi móvil, vi a Haechan yendo a vuestra habitación —Explicó señalando a Jaemin y a Mark—. —Si os acordáis, él terminó de comer antes que nosotros. —Todos asintieron—. —Bien, lo seguí hasta que entró en el dormitorio, oí como cerraba el pestillo de la puerta. Me acerqué un poco para intentar oír algo, ahí fue cuando... —El menor suspiró—. —Escuché a Hyuck llorar. —Después de narrar lo sucedido observó las reacciones de los demás, lo miraban perplejos.

—¡¿Por qué no nos dijiste nada?! —Chilló Chenle.

—No sabía si era buena idea... Lo siento.

Mark rápidamente se levantó del sofá y fue camino a la sala de baile, seguramente el menor estaría practicando. Tenía un cúmulo de emociones por dentro, se sentía en la mierda solo porque no estuvo en ese momento para proteger a su bebé. Sí, bebé. Mark lo llamaba así, pero en su cabeza, porque Haechan aún tenía actitud de niño rebelde.

Los demás lo siguieron a paso ligero, no querían perderse nada de lo que podría suceder.

—Quedaos aquí, no quiero que os acerquéis. —Dijo Mark con firmeza dándose la vuelta al escuchar los pasos de los menores.

Le hicieron caso, aunque todavía no muy confiados.

Buscando la sala de prácticas, identificó la canción "Limitless".

Finalmente llegó a la gran habitación de donde provenía aquella canción y pudo observar que solo parte de la sala estaba iluminada levemente. A pesar de que ya estaba oscureciendo, identificó a un chico castaño, con una camiseta blanca, una gorra y unos zapatos y jeans negros.

Donghyuck.

No se había dado cuenta de que Mark estaba apoyado en la puerta ya que estaba de espaldas a él.

Empezó con los movimientos mientras cantaba susurrando cada parte de la canción.

El sueño que sacudió mi mundo anoche ¿Fue una pesadilla? ¿Todavía estoy en ese sueño?

Obviamente conocía la coreografía de la canción, pero extrañamente se sabía los pasos de Haechan, no pensaba en los suyos.

Siguiendo a la luz que me trajo dentro del laberinto, allí descubrí otro pasaje. El espacio se comienza a abrir desde abajo hacia arriba.

Movía rápidamente su cuerpo como si la vida le dependiera de ello, sus brazos, sus pies, todo coordinado con la música.

Alguien persistente me llama desde la oscuridad. Entonces te veo a ti, alguien igual a mí. Yo soy tú y tú eres yo.

El corazón de Mark latía rápido, parecía que estaba bailando para él, se sentía bien con tan solo verlo practicar.

Estoy siguiendo la luz y el sonido que me llaman, que me despiertan.

Con cada nuevo movimiento, su voz se hacía más fuerte, oyendo claramente sus palabras. A Mark le encantaba su voz, era dulce, pero para él, la más bonita que ha llegado a escuchar. Cuando giró, tenía los ojos cerrados. Y menos mal que fue así, ya que no se dio cuenta de su presencia.

Sentí escalofríos y finalmente me di cuenta. Oh bebé, eres tú.

Puso sus manos sobre su cabeza para después quitarse la gorra que tenía. Creyendo que se la iba a recolocar, la lanzó con violencia a una esquina de la sala. Entendió que estaba liberándose con el baile, se sentía dolido por algo.

Este es el comienzo de un yo sin límites. Desde el principio del Este hasta el fin del Oeste. La luz dentro de la oscuridad se hace más fuerte a medida que se extiende. Abre tus ojos, oh.

Apoyó una de sus rodillas en el suelo por unos segundos para luego volver a levantarse y retomar los movimientos. Por cómo subía y bajaba su espalda, pudo entender que su respiración se estaba volviendo más rápida y ya estaba exhausto, aun así, seguía.

Despiértame, despiértame. Sediento, sediento.

Mark quería decirle que parara, que se podría lastimar. Su baile se tornaba cada vez más brusco.

Todos persiguen sus sueños, pero están siendo engañados.

El cuerpo de Mark no reaccionaba, quería parar al menor, si seguía así podría desmayarse.

Es cruel ver cómo se repite todos los días. Están atrapados dentro de unas crueles mentiras.

En el último momento hizo un mal movimiento, casi cayendo, pero volvió a seguir los pasos.

En esta gris ciudad, no tengo una oportunidad. Me preguntaba cuándo comenzaría el futuro, pero está frente a mis ojos justo ahora. Una pequeña luz brillante y azul que parpadea. Está despertando mi séptimo sentido.

Pudo notar cómo su voz se quebraba en las últimas líneas que cantaba. La canción terminó, dejando a un chico de pie con la respiración irregular.

Empezó a sollozar.

—¿Por qué a mí? —Escuchó que dijo entre lágrimas mientras arrugaba su camiseta.

Sin perder más tiempo, con paso decidido se acercó a Haechan, sin importar las consecuencias. Mark lo abrazó fuertemente, notando cómo el otro se estremecía ante el contacto y el saber que lo habían visto bailar de esa forma lo ponía aún más nervioso, pero finalmente, al saber que era su preciado hyung, lloró aún más fuerte.

Se dejó consolar por él.

Se dejó todos sus sentimientos en forma de lágrimas en la piel de Mark.

Se dejó enamorar por él.

Asustado - Markhyuck [NCT] (Editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora