En otra de mis noches frías,
Me encontré borracho y loco,
Hablandole a una bella del cielo.Ella me respondió lejana,
Pues conoce bien al hombre,
Lo ha visto crecer desde que nacio.Cuidadora del cosmos,
Sol lejano y amiga cercana,
Nos conoce mejor que nadie.Me dijo que es difícil confiar,
Qué ha visto hombres matar,
Destruir, levantarse en armasLo ha visto mentir y robar,
Herir, defraudar y dañar,
Sobre todo a los que lo aman.Reclamó que en sus años allí,
Inerte y silente,
La maldad ha sido la cara del humanoQué ha visto actos de bien,
Pero han quedado mudos,
Frente a un grito atronador.El grito de cada dolor en soledad,
De cada lágrima sincera,
De cada miserable que pedía al cielo que lo mate.Vio imperios levantarse y caer,
Grandes maravillas que son ruinas.
Y dijo que se nos acaba el tiempo.Le llamo la atención como llamamos a los cometas.
Me dijo esa estrella que para ellas,
Los fugaces somos nosotros.
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Antología Cotidiana
PoesíaAntología de poemas que reflejan la vida de un escritor de los suburbios, obrero de clase baja, padre a distancia y víctima de sus adicciones.