Nathan:- ¿Quieres ver una película?- yo asentí y lo seguí hasta que llegamos a la sala, me senté en unos de los sillones, frente al televisor, luego, Nathan vino con dos tazas con chocolate caliente.
Nos sentamos a ver la película que Nathan escogió, me costó reconocerla, pero luego del transcurso de la película, me di cuenta que era “Siempre A Tu Lado”, la única película, única, que me había hecho llorar. Mientras veía la película, tomaba de a sorbos el chocolate, tratando de hacer que no saliera esa lagrima traviesa, pero me resulto imposible, a la parte del final, trate de verme normal, para que Nathan no lo notara y se burlara de mí. Sentí una mirada sobre mí.
Yo:-No me mires Nathan, te vas a burlar y eso no me gusta…- dije pasando mi muñeca a través de mis ojos, sacando las lágrimas que se resbalaban por mis mejillas.
Nathan:- No te preocupes, no me burlare de ti…- me abrazo de costado, y seguimos viendo la película, termino y lo mire, el trataba de no soltar una lagrima- sí, ya sé que pensaras, soy muy sensible-rio y lo acompañe
Yo:-No, no pienso que eres sensible, yo soy más sensible que tú… y no te burlaste de mí, y yo no me burlo de ti…- sonreí, él también lo hizo, por la poca distancia que teníamos, sentía latir su corazón, nuestras sonrisas desaparecieron, nos quedamos mirándonos unos a los otros.
Miraba sus hermosos ojos verde-azulados, me hipnotizaban por completo, me hacían sentir una corriente eléctrica que nunca antes había experimentado, su cabello, las veces que lo tenía despeinado, lo hacía resaltar sus ojos, y su nariz, me daban ganas de tocarla, no importaba la situación, no importaba el lugar, siempre la quise tocar. Me encantaba el tacto de su piel con la mía, me encantaba cuando me alzaba, por dios, no logro evitar verlo a él en sí, me hacía pensar cosas desubicadas, sentía algo totalmente prohibido, hasta sentía… ¿Maripositas? “¡No ____! No pueden ser maripositas, porque él es tu hermano, y no puedes hacer esto” Ignore por completo mi conciencia, Nathan se me empezó a acercar, mi corazón y el suyo latían como locos, me aceleraba el corazón, con tan solo verlo de cerca… “____, apártate inmediatamente de el” seguía cerca, más cerca, nos separaban milímetros “____... ¡____! ____... ya basta…” nuestros labios se rozaron… “A la mierda todo, bésalo”
Le hice caso a mi pensamiento, y lo bese, sin importar nada, al principio, fue un beso dulce, pero luego se volvió apasionado al sentir su lengua, jugueteando con la mía, lentamente, lleve mis manos a su cabello, y enterré mis dedos en este, su cabello era suave, muy suave.
Narra Nathan:
El mejor día de mi vida, se declara el día de hoy. El día, en que bese a ____, sin importancia en nada, solo dejaba a mi corazón responder por mis movimientos, si, estuve enamorado de ____, desde el primer día en que la vi, y lo que experimento en este momento, es lo que quería hacer hace un largo tiempo, me sentía el rey del mundo, con solo besarla, el beso lo proseguí introduciendo mi lengua, volviendo ese beso intenso y apasionante. No me explico cómo puedo seguir vivo, sin un ataque cardiaco, provocado por el simple hecho de su tacto, mi corazón latía a mil, ella enterró sus manos en mi cabello, dios, si muro en este instante, voy a morir feliz. La abrace por la cintura, atrayéndola más hacia mí, el beso se volvió en una batalla, al final, uno tiene que perder el control, y dejar que pase.
Pero no, no puedo dejar que pase, hay que darle al botón de stop, no puedo hacer esto con ella “Al fin te das cuenta Nathan, que NADA de esto es literalmente legal” dijo con un tono de reproche mi conciencia, mi lengua se iba separando de su boca lentamente, me fui separando de ella, la vi, estaba con los ojos cerrados, avergonzada. Se separó de mí rápidamente y se paró con mucha dificultad, me pare rápidamente.
Yo:- Perdón ____, si hice las cosas más complicadas, no tome control de las cosas- dije rascando mi nuca, ella se detuvo, se quedó a espaldas de mí, me frote el cabello frustrado y me fui a la cocina, hecho una furia “¿Cómo se me ocurre hacer semejante cosa? Ahora ____ me odiara más que antes” Me fui a mi habitación y me encerré, me tire a la cama, y empecé a golpear la almohada, descargando toda mi furia en esta. En unos minutos me tranquilice un poco, y trate de dormir, pero no lograba nada, ella estaba hasta en mis pensamientos, una y otra vez, recordándome el beso que cambio la forma en que la veía, totalmente.
“Eres un imbécil Nathan Sykes”
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OOOOOOOOHHHHHHH LO SABÍA!!!!!!! Sabía que había onda ahí!!! Pero.... ¿Lo perdonará Rayita?
CHAN CHAN CHAN!!!!!!!
Bueno, si les gustó comenten o aprieten la estrellita *¿Dónde?* ¡En la parte derecha, al lado de esta historia!
Y bueno..... Saludos!!!!!
----------------BujiiaDeSykes