Capítulo 26

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Si alguien me hubiera dicho antes de hoy, que el sexo con una princesa vampiro se sentiría tan bien, no lo habría creído. Quiero decir, ni siquiera creería que los vampiros existían, sin mencionar el tener sexo con una. Pero lo que estoy sintiendo ahora mismo es increíble y dudo que alguien más pueda hacerme sentir de esta forma. El suave tacto de los dedos de la Srta. Griffin, trazan a lo largo de mis brazos, la autoridad con la que sostiene mis muñecas juntas, sobre mi cabeza, tomando posesión total de mis labios y su cuerpo frotándose contra el mío...


Mi camisa de pijama, que es esencialmente es una playera vieja, de gran tamaño, es subida hasta mis muñecas, dejando mi pecho desnudo. La Srta. Griffin hace rápido su trabajo, en unos segundos, mis muñecas son unidas con por mi propia ropa. No sé, si se supone que esto le pasa a todas, pero siento un torrente de impulsos que se encrespan desde los dedos de mis pies, emergiendo desde una esquina oscura de mi mente, al ver a la Srta. Griffin sonreír con satisfacción, la hace apretar mis muñecas con más fuerza.


"¿Mi estúpida humana, estas disfrutando de esto?" Mi cuerpo se arquea para obtener más de la Srta. Griffin y ella sonríe. "Tomaré eso como sí". Me arrastra de los brazos dejándome caer sobre mi estómago.


"Mmm, hueles incluso mejor que antes". Su nariz y labios serpentean por mi espalda haciéndome temblar por la sensación. Aparta mi cabello, enterrando su nariz en el hueco de mi cuello. Las puntas agudas de sus dientes mordisquean mi piel me provoca retorcerme. "No te muevas", dice, lamiendo la longitud de mi cuello, a lo largo de una vena. "Esto es tan bueno". Otra lamedura. "Demasiado, bueno".


Mis respiración se reducen a jadeos en este punto, puedo sentir la sangre corriendo por mi cabeza, mientras ella mordisquea mi cuello hacia mi oído. Su caderas me empujan hacia el colchón y un urgente deseo, surge de algún lugar muy dentro. "Ah..".


Mi pequeño gemido parece estimular a la Srta. Griffin provocándole un gruñido, termina quitándome mis pantalones y bragas, una vez más. Se levanta, dejándome una sensación de frio y tuerzo el cuello para protestar, pero mis palabras mueren en mi garganta cuando soy testigo de la rápida desaparición de su chaqueta de cuero azul oscura. Debajo de ella una camisa de color azul marino a cuadros, muy diferente a su vestuario normal pero aun así, se le ve muy bien en ella.


Pero siendo sincera, la Srta. Griffin se ve mucho mejor sin ella, sin aviso un jadeo de asombro sale de mis labios cuando deja caer su sujetador, azul por supuesto. Su hermoso cuerpo semi-desnudo brilla mientras, se arrodilla sobre mí y no soy capaz de manejar la vista. Jodido Jesu Cristo - otro jadeo se escapa, al verla sacudir su cabellos dejándolo detrás de sus hombros. Debería ser ilegal para cualquiera persona o vampiro verse tan espectacular.


Sus ojos color azul brillan mientras baja la mirada hasta encontrarse con la mía. Entonces, baja hasta mí, presionando su piel desnuda contra la mía. Es glorioso, más de lo que jamás pude desear. Su piel, suave y lisa como un bebé, envía un millón corriente eléctrica llevándome al caos. ¡Oh Señor!, me estoy perdiendo y lo estoy amando.


Gotas de besos húmedos caen por toda mi espalda, sobre mi espina dorsal, en la pequeña pendiente, justo antes de que mi espalda se eleva. Mis manos están impotentes, atadas e incapaces de alcanzar a la Srta. Griffin detrás de mí. Anhelo su tacto y anhelo tocarlo, pero la camisa es implacable.

Fifty Shades of Griffin - CLEXA -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora