Fifty Shades of Griffin - CLEXA -

Capítulo 35

Gracias a la maravillosa noche de sueño, estoy mucho mejor al día siguiente. O mejor dicho, un desmayo en la cama seguido del sueño. La Srta. Griffin me mimo con una cena y después gastamos la mitad de la noche en la habitación color azul. También fui capaz de tomar algunas libertades, que la Srta. Griffin tuvo el detalle de permitirme, y gracias a eso, aprendí nuevas cosas de ella durante la exploración y experimentación con su cuerpo.

Y ahora, a la luz de un nuevo día, mientras me despierto con la Srta. Griffin que me contempla con sus ojos color azul de una manera suave, me encuentro con una extraña emoción, llamando a la puerta de mi corazón. Tira y tira como un bebé que quiere atención. Es un nuevo sentimiento y sinceramente, me asusta un poco. Quiero decir, no soy una humana tan estúpida como la Srta. Griffin cree que soy. A pesar de que soy nueva en este dormir-con-alguien, sé, lo que se desarrolla por lo general. Lamentablemente, las cosas no son sencillas cuando la Srta. Griffin está en la ecuación.

Desde el comienzo, estar con ella acarrea el significado de 'complicado' a un nivel totalmente nuevo.

Nivel de oscuridad. Vampiro.

Nivel de complicación número uno. Princesa.

Nivel de complicación número dos. Dominante (o una mocosa consentida en todo su esplendor, o como uno decida verlo).

Nivel de complicación número tres. Venganza. El nivel de complicación a la potencia infinita.

"Buenos días", digo, nerviosa por la actitud silenciosa con la que se mantiene.

"Buenas noches", dice y cierra sus ojos.

Más confusión. ¿Se me permite levantarme de la cama?¡Espera!. ¿Por qué estoy siquiera, pidiendo permiso para salir de la cama? Tiene que ser la reclamación de la Srta. Griffin durante estas semanas, que me han convertido en una humana tan obediente, que necesita la aprobación de su reclamante para hacer todo lo que quiere. Por supuesto que no lo hare. Yo soy mi propia dueña.

Me levanto dirigiéndome al baño y me sorprendo verme completamente en un espejo enorme. Labios hinchados. Cabello revuelto. Marcas rojas en el cuello. Marcas que desaparecen por la línea de la camiseta. Una marca de una mordedura en el interior de un muslo. Tiemblo con mi nueva imagen, me veo-— crecida. No son las marcas evidentes del sexo que me dan esa aura. Es la mirada en mis ojos. Nunca he sido capaz de mirarme tan abiertamente como ahora. Algo ha cambiado. Alguien me ha cambiado.

Me aparto del espejo hacia el fregadero. Un nuevo conjunto de artículos de higiene personal se ha dispuesto para mí y solo puede ser gracias a alguien tal detalle, la Srta. Griffin. La enigmática. Sus acciones siempre me confunden. Me contemplo en el espejo después de lavarme la cara. Este es el rostro de un humano desorientado, que no sabe lo que está haciendo. El rostro de un humano que gasta la mayor parte de su tiempo con una princesa vampiro que aunque la cuida, no siente cariño por ella. Un humano que no tiene ni idea cómo usar el poder que posee. Que no tiene idea de quien es Praeson . Que no tiene idea por qué Praeson engaño al padre de la Srta. Griffin. Y que no tiene idea de por qué el padre de la Srta. Griffin estaba tratando con un vampiro en primer lugar.