Si Wyatt fuera tu novio, jugarían videojuegos todo el tiempo.
A él no le gusta que pierdas, aún que seas novata en los juegos y sea imposible que tú ganes, él mismo se hará perder.
No hay manera de explicar lo que siente Wyatt cuando te paras exaltada del sillón y gritas "te gané" mientras saltas. Eres su pequeña. Y si tú eres feliz, él también.