Si Wyatt fuera tu novio, tendrían tardes jugando sólo videojuegos.
Era una tarde sólo con Wyatt, estabas en su sala jugando Fortnite. Sus padres no estaban, habían salido a comer con un par de amigos. Ellos les tenían la confianza necesaria para dejarlos a solas, ya que jamás harían cosas que no deben.
Wyatt estaba jugando en su consola, tú todavía no entendías mucho a cómo usarlas, así que preferiste jugar en tu iPhone. Estaban en equipos contrarios, eran los últimos sobrevivientes.
—La tormenta se está acercando, te voy a encontrar, _____.—dijo Wyatt.
—Quisieras, Wy. Yo tengo a todos mis compañeros vivos, con ustedes ya mataron a Finn y Jack. Una lástima.—respondiste, riendo.
—''cimpiñiris'' a ellos los mataré primero, lo juro.—dijo él. A ti sólo te daba risa, Wyatt no era celoso, mucho menos controlador. Les gustaba llevarse pesado.
—Cálmate, Noodles. Deben tener entre 12-13 años, sólo mira sus nombres. ''escopetazos1234''.—dijiste, y Wyatt empezó a reír.
—¡No me digas Noodlees!—renegaba, Wyatt.
—N o o d l e s—repetías. Te gustaba hacerlo enojar, se veía tan lindo.
—Vete con tus novios de 12 años, ellos mataron a Finn y Jack. Quédatelos y ya.—dijo Wyatt, dando un suspiro fuerte.
Sólo jugaban.—Me gusta otro niño que se llama Wyatt.—dijiste, sin mirarle a los ojos. Él te volteó a ver, y reíste al ver su cara de chiveado*.
—Owwww, te amo, _____.
—Yo a ti, Wyatt.—respondiste. Verdaderamente, lo amas.
La tormenta se acercó más, lo que hizo que todos se acercaran. Tu equipo y el de Wyatt (sólo Jeremy y él) estaban buscándose, eran los únicos sobrevivientes.
Tu equipo y tú estaban dentro de una casa, mientras que Jeremy y Wyatt estaban afuera, construyendo. Tú estabas en el techo de aquél lugar (dentro del juego), así que podías verlos ampliamente. No ibas a matarlos, te daba risa que fuesen tan tontos.
Tu equipo vio a Jeremy y... le dispararon. Ellos te decían que salieras de la casa, a lo que no querías. Seguramente si Wyatt te veía, empezaba a renegar.
—Mataron a Jeremy.—dijo Wyatt. Tú no respondiste, ya lo sabías. —Maldita sea.
—Wyatt, lamento decirte esto, pero...—y le disparaste. Él te volteó a ver indignado, se paró del sillón y empezó a dar vueltas sobre él. Sólo repetía la palabra ''oh my god, oh my god''. Tú solo reías, dejando el celular sobre el sillón.
—Wyatt, ya, para. No es para tanto.—dijiste, poniéndote en frente de él.
—Mataste a tu novio.—contestó, poniendo una mano sobre su pecho. —TU NOVIO.—recalcó.
—Si, y mi novio parece traumado. Es sólo un juego, amor.—dijiste, mientras lo abrazabas y reías.
—Lo sé, sólo quería dramatizar. Lo que sí, es que me duele la cabeza. No veía venir que me matarías, eh ____tn.
—¿En serio?—pregúntaste, soltándote del abrazo. —Espérame aquí, iré a traerte algo.—dijiste, dándole un corto beso en los labios y saliste de ahí, dirigiéndote a la cocina.
Para ti, Wyatt era un bebé y lo ibas a cuidar por el resto de los días.
No encontrabas pastillas para el dolor de cabeza, así que mejor decidiste hacer un té.
Estabas buscando como loca el encendedor, hasta que te percataste que la estufa es eléctrica.
Te reíste de ti misma, ¿cómo no te habías dado cuenta?
Después de reírte recordaste que Wyatt te estaba esperando, deja de ser tan distraída, ____tn.Tardaste apróximadamente 15 minutos haciéndolo, hasta que por fin terminaste.
Cuando llegaste a la sala, viste a Wyatt, dormido en el sillón. Parecía un bebecito, apachurrable y tierno.
Era lo más lindo que viste en el día, tu corazón se hacía grande y sentías que se saldría de ahí. Te sentías tan afortunada de tenerlo, era tu ángel. Su corazón, sus rulos, su cara, su físico, su cuerpo, sus sentimientos... su él.Lo amabas completamente. Quieres protegerlo por el resto de su vida, dormir con él el resto de tus días, jamás dejarlo solo. Te amo, Wyatt.