8.- Empleo temporal.

315 41 11
                                    

Jimin esperó hasta que su amigo cambiara de turno, para poder marcharse junto a él. Olvidó por completo lo que su madre le encargó, así que tuvieron que correr a casa para poder terminar de organizar las telas a tiempo.

Les llevó alrededor de una hora poder terminarlo, y digo les llevó porque sí, Seokjin le ayudó. Y de mucha ayuda fue porque siendo sinceros, ¿él cómo iba a diferenciar los colores? Es bueno que tu amigo esté estudiando modas. Jimin llama modas a la carrera de Jin, porque tiene que ver con diseños de ropa. Así como el trabajo de su madre.

—Bien, al fin hemos terminado —dijo el rubio, sentándose en el piso de la habitación ya limpia.

—Fue divertido —respondió Seokjin, dejándose caer a su lado. Lo sintió como algún tipo de reforzamiento para lo que había aprendido en los últimos meses.

Tener algo de tiempo libre, tanto de la escuela como del trabajo, siempre hacía bien.

—No tuvo nada de divertido, apenas y recordé que lo tenía que hacer —se quejó y se acostó por completo. Su amigo rió.

—Para mí lo fue. —Miró su reloj—. Hey, Jimin —Hizo un ruido para saber que lo escuchaba-, ¿no deberías ir por tu hermano? Ya es algo tarde y tu madre no ha llegado -mencionó algo preocupado por el hermanito de su amigo.

—Él dijo que lo traería. —Le restó importancia.

—Aún así... —Se mantuvo callado unos segundos antes de hablar de nuevo—. ¿Qué tal si vamos? Supongo que no tendrías problema con ellos, si voy yo... —Pensaba en lo que su amigo se quejaba cuando estaban en el restaurante.

—Agh, no quiero ni ver sus caras —declaró, sin moverse del suelo, con su mirada fija en el techo.

—Vamos, Jiminie, tal vez, no lo sé, me lleve bien con ellos... —Jugaba con el cordón de su zapato, con un nerviosismo extremo en todo su cuerpo.

—¿Por qué te llevarías bien con ellos? Pueden enamorarse de tu belleza y no gracias, mi amigo sí está bien de la cabeza. —Sonaba ya algo molesto.

Aunque el rubio le había hecho un cumplido, Seokjin dejó de tocar el cordón y miró el suelo, dolido. Realmente esperaba hacer algo para poder ablandar el corazón de su mejor amigo. Pero, ¿qué?

Ante el silencio que se armó en el cuarto, Jimin miró de reojo la espalda de Jin, tal vez había dicho algo que lo molestara, así que cedió ante la petición del otro.

—Está bien, iremos por Jungkook y regresaremos rápidamente. —Lo único que se le ocurrió a Jimin con respecto a lo que pidió el alto era que tal vez estaba triste porque quería ver a su hermano, al fin y al cabo se llevaban bastante bien. Seokjin respiró aliviado pero sin olvidar el hecho de que el comentario anterior lo lastimó un poco.

Caminaron con tranquilidad hasta la casa del vecino, mientras Jin le contaba de su día, de cómo hoy le hablaron de los distintos tipos de telas, que estaba muy emocionado por ya iniciar a confeccionar y de cómo tenía una amiga que era muy simpática.

Jimin lo extrañaba en la escuela. Aunque Jin iba un año adelante, por lo menos podía salir de clase a hablar con él por los pasillos. Se conocieron en la secundaria. En 3er año, Jimin dejó de asistir, sin mencionarle nada a Seokjin y volvió a repetir pero en otra escuela.

Dejaron de hablar por unos meses, hasta que Jimin le envió un mensaje desde un número nuevo, excusándose de que el otro lo había descompuesto. Aún lo recuerda, Seokjin lo regañó tanto ese día, preguntándole una y otra vez porqué había dejado de asistir, a lo que él simplemente respondía "pereza", haciendo que su amigo lo regañara más y causando risas en él.

¡Estúpido Vecino Gay! || YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora