¡Estúpido Vecino Gay! || Yoonmin

29.- Me gustas.

—Sólo déjalo, Seokjin. No tiene caso seguir una amistad con alguien como él —murmuró Jennie desde el sofá, hacia el chico.

Ya había pasado un rato desde que Jimin salió de la propiedad, pero el pelinegro aún seguía sentado en el suelo, sollozando. Aquel comentario solamente hizo que su llanto se intensificara.

—Unnie, basta. Tú no sabes desde cuando se conocen. —Trató de hacerla entrar en razón. Jisoo ya se mantenía seria, ya no lloraba, pero aún se le notaba molesta.

Jennie bufó—: Tú no sabes desde cuando él agrede con sus palabras a Seokjin.

Ambas chicas se miraron molestas. Ambas tenían un punto. Pero ninguna quería aceptar el de la otra.

Por una parte estaba Jennie, quien había visto y escuchado todos los problemas y sentimientos del pelinegro. Presenciar aquellos comentarios de parte del rubio fue suficiente como para saber que no valía la pena tener a alguien así en su vida.

Pero luego estaba Jisoo, quien conocía a Jimin hace algunos años. Sabía perfectamente que no era alguien que aceptaba fácilmente que existían personas de otra orientación. Sin embargo, sabía que en el fondo le pasaba algo. Era su amigo y realmente se preocupaba por él. Incluso en esas condiciones.

Trataba de meditar qué podría haber pasado. Qué podría haberlo hecho entrar en tanto pánico. ¿En serio era alguien con desprecio a los homosexuales? ¿Por qué al principio actuaba con miedo hacia Yoongi? Todo era lo suficientemente raro como para confundir a la pobre chica.

—Ese tipo de personas no deberían estar en nuestras vidas. Corten esa amistad tóxica que tienen.

Seokjin se levantó inmediatamente, sin decir nada y abrió la puerta saliendo de la casa, empezando a correr tan rápido como podía, sin importarle el hecho de que sus lágrimas bloqueaban un poco su vista.

—¡Jin! ¡Espera! —Namjoon se paró al ver como el chico empezaba a correr—. ¿No pudiste decirlo de otra forma? —escupió a la chica.

—¡No necesitamos amistades como él! —gritó la chica para que su amigo escuchara su comentario, pues había salido corriendo después de decir aquello.

—Nosotros no, pero él sí. —Yoongi bajaba las escaleras, al momento en que escuchó salir aquello de la boca de Jennie.

Ambas chicas que quedaban en la casa lo miraron. El mayor había pasado un gran rato en el piso de arriba y se notaban sus ojos rojos, junto con sus mejillas de tanto tallar. Lo único que se les ocurrió fue que aquellos comentarios habían afectado al chico.

Se dirigió a la puerta, cerrándola, a la vez que Jennie preguntaba—: ¿Él? ¿Amigos? No creo que duren mucho si sigue tratándolos como mierda.

—¡Unnie! —reprochó la de cabello magenta.

—No, tiene razón, Jisoo. —Ambas chicas se sorprendieron—. Pero en estos momentos el único que necesita amigos es Jimin.

—¿Y quién quisiera tener amigos como él? Te aseguro que por muy hetero que fuera alguien aún así no estaría muy de acuerdo con su opinión.

—Jennie, los únicos amigos que tenía eran Seokjin y Jisoo. Se ha quedado solo.

—Como debería ser.

—¡Unnie, basta! Ya sabemos que todos aquí estamos afectados, pero, ¿es que no te das cuenta de que algo pasa? —habló la menor, algo enfadada por la actitud de la persona que le gustaba.

Jennie miró a Jisoo unos segundos. Tenía razón. Había olvidado por completo lo sucedido antes de todos esos gritos.

Algo respecto al hombre de esa tarde la inquietaba. Sí, estaba molesta por como el rubio se había comportado, pero definitivamente eso no era excusa para dejar que algo malo le sucediera. Por más maldita que ella pudiera ser, lastimar a otros a tales alturas no estaba en sus planes.