28.- Visita.

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Las luces de los faroles en una que otra esquina iluminaban las calles al paso del auto. El sol ya había caído hace un rato, y aún se encontraba manejando por las silenciosas calles.

La casa de su padre quedaba en una ciudad vecina a la de él. Por lo que las visitas de Taehyung se alargaban un poco, quedándose más tiempo con su madre y él, así como también se demoraban al no verlo en varios meses. Cada vez, aquel hombre extendía el tiempo que mantenía a su pequeño hermano con él y su pareja. Quedaba un mes para verlo nuevamente, pero no sabía si podrían cumplir con ello, puesto que tenían una boda que atender.

Hoseok nunca se había hecho cercano a esa señora. Algo en ella no le agradaba y por ende rechazaba todas las cenas que alguna vez había hecho su papá para que pasara tiempo con ellos. No le caía bien la mujer, pero tampoco tenía motivos para odiarla o tratarla mal.

Por otra parte, su padre era totalmente diferente. Claro que lo odiaba. Por dios, le había quitado a su madre su pequeño hijo, un bebé que ni siquiera sabía porque lo separaban de su mamá. Él mismo vio las lágrimas en su pequeño rostro en el momento en que le dijo que ya no podrían estar juntos todo el tiempo.

Era algo razonable que no lo dejaran los fines de semana como a la mayoría de los niños con padres separados, pues no era como si la ruta llevara sólo 20 minutos.

Suspiró. Llevaba rato en camino. Después de esa "pequeña discusión" con su primo, el otro le tendió las llaves al terminar con una llamada, al parecer de su amiga. No le dijo nada sobre algún recado de Jennie, ni le notificó si había un problema.

Sabía que el mayor no se encontraba bien emocionalmente. Lo sabía perfectamente. Y otra vez el ciclo estaba por repetirse.

Apretó el volante, sin quitar la mirada de la avenida. Estaba molesto. Molesto consigo mismo. Todo había sido culpa de él y lo sabía.

Hace como uno o dos años arruinó la vida de su querido primo. Aunque Yoongi decía que no exagerara, el pelirrojo lo sabía perfectamente. ¿Por qué?

Hoseok tenía una amistad con un chico de su escuela, cuando tenía unos 18 años. Siempre iban juntos a todos lados, conociendo a la familia del otro, y siendo parte de ella. No era de esperar que conociera a su primo también. El tiempo pasó, los tres se habían vuelto buenos amigos y poco después el mayor de todos no tardó en confesarle que le gustaba el chico.

Hoseok no sabía como sentirse. Ya estaba al tanto de la orientación sexual de Yoongi, pero no de la de su amigo. Lo más razonable era que fuera heterosexual, al igual que él.

Al principio no le dijo nada al mayor, pero estaba mal con eso. No quería que estuvieran juntos. No quería que le confesara sus sentimientos a su amigo. Pero algo lo hizo pensar un poco más a fondo. Su primo nunca había sido bueno para hacer amigos, por lo cual tenía tal vez dos o tres, que se encontraban fuera de la ciudad a causa de sus respectivas mudanzas. Ninguno se encontraba con él y se mantenía ocupados en sus carreras, cuando el mayor ya la había abandonado.

O bueno, su padre le dijo que la dejara, puesto que pronto le dejaría su empresa. Yoongi lo rechazó totalmente. Sería fantástico ser el dueño de una gran empresa de música como esa, pero realmente no quería tal responsabilidad aún.

Poco después Hoseok se sintió feliz al pensar en su primo con alguien más. Estaba ansioso por verlos juntos y de lo más alegre. Pero aún había una incógnita. A pesar del tiempo de ser amigos nunca llegaron a tocar el tema de la sexualidad o tal vez ninguno polémico en realidad. Por lo que un día, a mitad del caluroso verano, justo en un parque de la colonia, mientras comían un helado cada uno, el pelirrojo quiso saber la respuesta de esa duda que mantenía.

¡Estúpido Vecino Gay! || YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora