18.- ¿"Unos días" es mucho?

312 39 16
                                    

—De acuerdo, basta, descansemos. —El peliazul se dejó caer en el pasto, acostándose boca arriba y tratando de recuperar el aliento.

Jungkook seguía corriendo con la pelota en sus manos, arrojándola hacia arriba y viendo cómo caía, -porque obviamente no la atrapaba-, corría para no golpearse con ella, riendo cada vez que la pelota tocaba el suelo y rebotaba.

Yoongi miró al niño jugando solo y riendo. Ni siquiera era un juego tan divertido y el pequeño reía como loco. Era un niño, ¿qué se puede esperar? Ellos se divierten hasta con la tierra.

Habían estado aventándose la pelota entre sí tanto tiempo, que ya ni sabia que hora era.

El pequeño castaño no entendía cómo era que su niñero no quería jugar a tan divertido juego.

—¡Juguemos, hyung! ¡Vamos! —El niño gritó con el balón en sus manos. Viendo como el mayor ponía su antebrazo sobre sus ojos para tapar la luz y hacerse el dormido.

Jungkook frunció el ceño y levantando sus brazos, aventó el balón hacia su niñero. El balón botó una vez y después rebotó en el estómago de Yoongi haciéndolo exclamar por el golpe y de paso la sorpresa.

Quitó su brazo de su rostro y se levantó viendo al niño, molesto.

—Vamos, Kook, espera un rato ¿puedes? —habló algo cansado.

—¡Pero hyung! ¡Quiero jugar! —Zapateaba el piso, apunto de hacer un berrinche.

—Bueno, yo escojo el juego ¿si? —preguntó, poniendo sus manos en el césped y recargándose.

El castañito asintió rápidamente y corrió para sentarse junto al peliazul.

—Bueno, el primero que abra sus ojos pierde, ¡1,2,3! —habló muy rápido, y antes de que Jungkook pudiera preguntar algo, contó aún más veloz, casi como un trabalenguas.

Jungkook abrió su boca sorprendido por la rapidez en cómo habló el mayor, pero aún así cerró sus ojos.

Pasaron 1, 2, 3 minutos y ambos seguían con los ojos cerrados.

Pasaron 4, 5, 6 minutos y Yoongi ya se encontraba acostado de nuevo. Jungkook jugaba con las agujetas de sus zapato y su boca se torcía cada vez más, inquietándose.

Ya no le gustaba el juego del mayor.

—¡Hyung! Este juego es aburrido —se quejó, aún con sus ojos cerrados.

—Perdiste, abriste tus ojos —contestó, sin saber que Jungkook ni siquiera lo había hecho.

El niño arrugó su ceño. No era cierto.

—¡Y no, hyung! Usted los abrió.

—No es cierto.

—Y sí.

—Y no.

—Sí.

—No.

—Que sí.

—No.

—¡Yah, hyung!

—Hey, no me estés gritando —bromeó, a lo que Jungkook tapó su boca.

En el patio se hizo un silencio que sólo lo interrumpía el pasar de los carros por la parte de enfrente a su casa.

Yoongi pensaba que al fin podría tener algo de descanso, pero el niño volvió a hablar.

—Hyung, ¿cuándo va a llegar, Tae?

Yoongi abrió sus ojos y miró al niño, quien seguía con los ojos cerrados. Sintió algo de tristeza, su primo no volvería en algunos meses tal vez. ¿Con quién jugaría, Jungkook? Él no podría jugar con el pequeño todos los días, todo el día, era bastante cansado.

¡Estúpido Vecino Gay! || YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora