Un ruido un poco molesto es la razón de que me despierte, veo y era la alarma, retiro las sabanas suaves y de color blanco para levantarme, ya que hoy tengo la suerte, de tener una entrevista de trabajo. Voy al baño para lavar mis dientes, tomo una ducha rápida para luego ir a mi armario y elegir un atuendo presentable. Quiero dar una buena impresión.
Necesito este trabajo, tengo dos semanas desempleada y no puedo dejar que mi abuela continúe con los gastos de la casa ella sola, aunque no tenga que trabajar, ya que es su pensión la que nos está manteniendo por ahora.
Desde que quede embarazada, mis padres no quisieron apoyarme. No les importo ni en lo mas mínimo el dolor que sentí cuando el padre de mi hija me dejo sola, al enterarse que estaba embarazada. Mis padres causaron un dolor más grande al echarme de la casa. Me dejaron sola cuando más los necesitaba, y por esa razón me vine a vivir con mi abuela, ya que ella me ofreció su ayuda. La verdad es que no me sorprende, ya que mis padres siempre le prestaron más atención al trabajo, siempre viajando y dejándonos a mi hermano Logan y a mí con mi abuela Nancy cuando estábamos pequeños.
Desde que me echaron de la casa, mis padres no se han preocupado por su nieta ni se han tomado la molestia de conocerla, solo llaman a la abuela para saber cómo estoy, y me mandan dinero con mi hermano, que nunca acepto, ya que quiero demostrarles que puedo salir adelante sin ayuda de ellos. Por esa razón necesito el trabajo, ya que si mis padres llegaran a enterarse que la pensión de la abuela es lo que nos está manteniendo, insistirían mas en que aceptara su dinero, y no es lo que quiero.
Logan también me ha apoyado todo este tiempo, incluso me ha ayudado muchas veces con Luz. Dice que ella no necesita a un padre, si lo tiene a él. Luego de que mis padres me echaran de la casa, mi hermano se vino junto con nosotras. Dijo que no podía seguir viviendo con unas personas que le dieran la espalda a su hija solo por que se equivoco. Los primeros días se quedo viviendo con nosotras en la casa de mi abuela, pero luego consiguió un departamento donde vivir, me dijo que me fuera con él, pero no pude, ya que no quería dejar sola a mi abuela, ni ocasionarle problemas con su novia. Le agradezco mucho lo que ha hecho por mí y por Luz, pero no me gusta estar metida en el medio de una relación.
Mientras termino de aplicarme un poco de maquillaje, escucho unos quejidos que provienen de la cuna que está a unos pasos de distancia de mi cama.
-Ya despertó el tesoro de mama – Digo mientras la tomo en brazos. Salgo de mi habitación y un olor a deliciosos waffles llega a mi nariz. Bajo hacia la cocina con Luz en brazos haciendo muecas para distraerla y que deje de llorar. Cuando estoy en la cocina veo a mi abuela terminando de servir la comida.
-Buenos días abuela – Digo mientras siento a Luz en su sillita para bebes.
-Emily, buenos días cariño ¿Cómo amaneciste? – Dice mientras va hacia Luz para darle un beso. Ella es la luz de sus ojos, simplemente la adora, como todos los que conocen a Luz.
-Bien, hoy tengo una entrevista de trabajo, ¿te podrías quedar cuidando a Luz? – Pregunto tomando la comida de Luz y me siento frente de ella para darle de comer.
-Por supuesto. ¿De qué se trata la entrevista? – Me pasa un plato con waffles con nutella.
Dudo en decirle que tipo de entrevista es, ya que no le agradara.
-Es sorpresa – Le muestro una sonrisa como la del gato sonriente.
-Emily sabes que no me gusta las sorpresas – Me mira con su rostro serio, lo cual no dura mucho porque Luz la llama.
-Abuuu – Luz suelta carcajadas, mientras se derrama un poco de comida en su ropa color lila. La abuela y yo la vemos con cara de ternura.
-Emily, dime de qué se trata la entrevista – Se voltea para apagar la llama de la cocina y decido decirle la verdad, no me gusta ocultarle nada. Es lo único que tengo además de Luz y Logan.
A ella no le gusta que trabaje, ya que quiere que mande mi solicitud para una universidad y tenga una carrera. Hace un tiempo cuando empecé a trabajar de mesera, trato de convencerme que tomara el dinero de mis padres para mantenerme así podría ir a la universidad, pero preferí empezar a trabajar.
-Voy a trabajar limpiando una casa –Suelto tan rápido que dudo que lo haya entendido. Se queda un momento sin moverse.
-¡¿Qué?! – Dijo sorprendida.
Definitivamente no le gusto la idea.
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Nancy
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Ngẫu nhiênAntes mi vida era como la de cualquier adolescente de 17 años, iba al instituto, tenía buenas notas, de vez en cuando a fiestas, de compras con mis amigas, y tenía un novio. Mis padres prácticamente no estaban en casa, gracias a sus trabajos, y por...