Capitulo 14

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Cuando estamos dentro de la casa, Sebastián se quedo con Luz en el living mientras mi abuela y yo preparamos la cena.

- Fue una gran idea invitar a Sebastián a cenar - Me hablo mi abuela con una pequeña risita y yo solo la mire con una ceja levantada.

- Si, que buena idea la que se te ocurrió - Dije con sarcasmo y ella se rio aun mas, ignoro por completo su risa de maléfica para seguir cortando los vegetales.

Cuando termino, decido ir con Sebastián y Luz pero me detengo al ver la escena tan linda.

- ¿Quien es la bebe más linda y dulce del mundo? - Dijo Sebastián levantando a Luz y ella no paraba de reír.

Una sonrisa se formo en mi rostro al verlos juntos, ya que me sorprende ver a Sebastián así, nunca pensé que le gustaran los niños.

- Tu papa debe ser un completo idiota por no estar con ustedes, debería de sentirse afortunado al tenerte a ti y a tu mama, si tu eres un amor - Dijo Sebastián tocando la nariz de Luz con su dedo y yo baje la mirada - Y tu mama es una maravillosa persona, aunque tiene mucho carácter pero eso no le quita lo hermosa que es - A completo.

No voy a negar que me sonroje un poco por la última frase que dijo, pero lo que no me explico es porque dijo que Lucas es un idiota, si el aun no sabe nada. A lo mejor mi abuela le comento algo, pero es raro, si estuve todo el tiempo con ellos y no escuche nada. Abby sabe un poco, pero me prometió que no le diría a nadie y yo confió en ella, me faltaría Carla pero tampoco creo que ella lo haya hecho. Es mejor preguntarle a él cómo se entero, pero en otra ocasión, no quiero arruinar el dulce momento.

Además el tiene razón, un padre se siente afortunado al tener a su hija cerca, pero Lucas fue un completo imbécil que ni siquiera se dio la oportunidad de conocer a su hija.

Trato de sacar los pensamientos del idiota de Lucas de mi cabeza para concentrarme en las palabras tan lindas que dijo Sebastián, así que decido ir con ellos.

- Ya la cena va a estar lista - Digo entrando al living para sentarme con ellos en el sofá.

Debo fingir que no escuche nada, al menos por ahora.

- Menos mal porque morimos de hambre - Hablo Sebastián haciendo gestos y yo reí.

Un instante después el teléfono de Sebastián comienza a sonar, el lo mira y pone cara de pocos amigos para luego contestar.

- Hola Lisa - Dijo sin ánimo.

Esto esta extraño ¿estarán paliados? Me pregunte a mí misma, y tome a Luz para que pueda hablar mejor. El se levanto del sofá y fue hacia la puerta para hablar.

Mientras espero veo mi teléfono y noto que tengo un mensaje de Emma.

Amiga estoy en una cita con Axel y creo que hoy me va a pedir que sea su novia

Eso sí que me sorprendió, veo que no quieren perder tiempo apenas llevan un mes conociéndose y ya van a ser novios, igual yo apoyo a Emma en todo tal y como ella lo hace conmigo.

Wau amiga me alegro por ti, te deseo mucha suerte y lo mejor en esa relación

Respondo y guardo mi teléfono ya que veo que Sebastián viene y con cara de tristeza.

- ¿Te ocurre algo? - Pregunte mientras él se sentaba en el sofá.

- No es nada - como que no es nada, su cara indica que le ocurre algo y estoy segura que es por la desteñida que esta así.

- Tranquilo si no quieres hablar está bien - Dije y él me miro.

- Me palie con Lisa, las cosas con ella no van bien - Hablo haciendo una pausa mientras tomaba a Luz para sentarla con él, y esta vez fui yo la que lo miro - Cuando ella empezó a desconfiar de mi algo se rompió entre nosotros, y creo que lo mejor será que terminemos - Dijo y me sentí mal.

- Lo siento mucho - Hable sincera.

Solo espero no tener nada que ver, ya que la desteñida pensó que entre él y yo había algo.

Cuando él me miro yo baje la mirada, no puedo evitar sentirme culpable y no soy capaz de mirarlo a los ojos después de esto, pero luego siento que sus manos tocan las mía y los nervios no tardaron en llegar.

- Tranquila no es tu culpa, nuestra relación no estaba funcionando y lo mejor será que terminemos para no seguir haciéndonos daño a ambos - Dijo y yo asentí.

- La cena esta lista - Hablo mi abuela y yo solté su mano ya que estaba muy nerviosa.

- Vamos porque me estoy muriendo de hambre - Dijo Sebastián con una sonrisa, así que nos levantamos del sofá para ir al comedor.

Mientras comíamos todos reíamos, ya que Luz le lanzo la comida a Sebastián encima ensuciándole su camisa. Es su culpa, le advertí lo traviesa que es Luz cuando está comiendo pero aun así el insistió en darle la comida. Después de terminar de comer, todos fuimos al living y comenzamos a platicar.

Estábamos platicando sobre el cumpleaños de Luz que sería en dos meses, mi abuela está planeando en hacerle una fiesta y luego rentar una cabaña en la playa. Yo digo que es mejor hacerle algo sencillo, pero mi abuela quiere celebrar su cumpleaños de esa manera y cuando se le mete algo en la cabeza no hay nadie que la haga cambiar de opinión, y más ahora que Sebastián la estaba apoyando.

Ella dice que el cumpleaños de Luz número 2 no será igual al primero. Ya que cuando Luz cumplió su primer añito le hicimos una pequeña fiesta, pero yo estaba triste por lo que había ocurrido con Lucas y mis padres, me sentía mal porque Luz iba a crecer sin un padre y sin unos abuelos que le brindaran su cariño.

Después de por fin entender que a esta mujer no hay nada ni nadie que la haga cambiar de opinión decido ir a dormir a Luz, ya que se estaba comenzando a quedar dormida.

Sebastián se despide de ella y yo subo a mi habitación, no tardo mucho para que Luz cayera rendida, la acuesto en la cuna y decido bajar para despedir a Sebastián.

Cuando estoy abajo, mi abuela se despide de Sebastián y nos deja solos, cuando estamos en la puerta él decide hablar.

- Gracias por la cena - Dijo Sebastián con una sonrisa - Nos vemos mañana - Hablo y yo reí, y el solo me miro con el ceño fruncido.

- Mañana es domingo y es mi día libre - Dije y el rio conmigo.

- Se me olvido es que tengo la cabeza en otro lado, entonces nos vemos el lunes - Dijo y yo asentí.

- Si nos vemos el lunes y gracias por llevarme al hospital - Hable y él me sonrió.

- Tranquila no fue nada - Ambos nos estábamos mirando fijamente a los ojos, pero después de unos segundos el decide cortar el silencio - Adiós - Dijo y me dio un beso en la mejilla para luego subirse a su auto y ponerlo en marcha.

Cuando ya no vi su auto, toque mi mejilla y sonreí como una tonta para luego cerrar la puerta y subir a mi habitación, pero no podía dejar de pensar en Sebastián.

Me estoy dando cuenta que el chico que conocí en la cafetería el egocéntrico, arrogante, presumido y fresa, en realidad es un chico sencillo y amable que tiene miedo de mostrar su verdadero yo.

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