En la foto de multimedia, Emma Reyes.
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-¿Qué te pasa estás loca? – Reí. La venganza es dulce.
Su cara cambio por completo, se veía molesto
-Lo que es igual no es trampa -Dije para luego entrar a la cafetería, dejándolo con la palabra en la boca. Tengo que arreglar mi blusa, pero no puedo regresar a mi casa y cambiarme, no me daría tiempo, tendré que decirle a Emma que me ayude. Cuando estoy dentro la busco con la mirada hasta que la veo y me acerco para sentarme frente de ella, me mira y se ríe.
-Emily no te han dicho que los zumos de... ¿De qué es? ¿Naranja? – Se acerca para ver mejor - Se beben, no se echan en la ropa.- Dice riendo.
-Emma no estoy para tus bromas. – Ruedo mis ojos.
-¿Qué te paso? – Tomo un poco de su café.
-Bueno, choque con un imbécil y me echo el zumo encima – Suspiro.
-¿Era lindo? – Dijo divertida.
Rodé los ojos por su comentario.
Emma es una chica muy coqueta, simplemente no puede dejar esos comentarios fuera, son parte de ella. Por todos los medios quiere que me fije en algún chico, cree que aun pienso en Lucas, cuando ya se lo he negado muchas veces.
-Sí, bueno eso no importa, necesito que me ayudes con esto - Dije señalando mi blusa - Sabes que hoy tengo la entrevista - Dije y me miro sonriente.
-Tengo una idea - Sabia que me ayudaría, es una de la responsabilidad de ser mejor amiga de alguien. - Tienes suerte que vengo vestida bien. Cambiaremos de ropa – No me puedo negar, ya que tengo la entrevista de trabajo.
Así que fuimos al baño y cambiamos de ropa, ella me dio su vestido junto con los botines, collar y dos pulseras a juego que traía, para complementar el atuendo. La verdad no me puedo quejar, Emma tiene muy buen gusto.
-Gracias amiga, te debo una – Le di una sonrisa sincera.
-No es nada, se que tu también harías lo mismo por mi – Tiene razón, por supuesto que lo haría.
-Eso es más que cierto, yo por ti soy capaz de todo - Ambas reímos, luego ella mira su reloj de mano.
-Emily se te hace tarde para tu entrevista – Hablo Emma y yo no lo podía creer, paso el tiempo muy rápido.
-¿Qué? - Dije mirando ahora yo su reloj – no puede ser, pensé que todavía me quedaba tiempo, ¿y tu trabajo? Se supone que te iba a ayudar. – Dije y ella me sonrió.
-No te preocupes vete y consigue ese trabajo, que yo más tarde paso por tu casa y así me ayudas, ¿te parece? - La miro y ahora yo soy la que sonríe.
-Eres la mejor – Digo aun con una sonrisa.
-Lo se – Hecho su cabello hacia atrás de manera coqueta.
Solo ruedo los ojos, a lo cual ella ríe. Después de eso nos despedimos y luego salgo de la cafetería. Camino como 2 calle, hasta que llego a mi destino, un urbanismo que por supuesto tiene que ser de gente con buena economía, solo habitan casa muy grandes, bien pintadas, prácticamente mansiones, el pasto tan verde y bien cortado, carros lujosos, en resumen, un lugar de gente rica.
Tome un papel para poder confirmar cual de todas estas bellas casas es a donde me tengo que dirigir.
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RastgeleAntes mi vida era como la de cualquier adolescente de 17 años, iba al instituto, tenía buenas notas, de vez en cuando a fiestas, de compras con mis amigas, y tenía un novio. Mis padres prácticamente no estaban en casa, gracias a sus trabajos, y por...