Difícil Compañera

Desesperación

Scarlet

Mi mirada no se aleja de la ventana, miro y no observó, han pasado tres meses desde que recuerdo haber vuelto no se cuanto tiempo estuve inconsciente y en que momento paso realmente todo, solo se que una parte de mi esta vacía, tampoco se que hicieron con Travis lo que también me angustia, solo se que me dijeron que ya no volvería, llore por mucho tiempo, tampoco recuerdo cuanto, estoy marchita y no hay nadie que pueda remediarlo.

Su casa ahora es la mía, su habitación huele a él y es lo único que logra calmar este vacío dentro de mí, aunque sólo sea un poco.
John acampa prácticamente en la puerta junto a mis padres, mi loba repele a todo el mundo y solo la dejo ser no me interesa, no se si me recuperare de esto o cuando lo haré.

Pienso que lo mejor es alejarme por un tiempo indeterminado o totalmente.

Un año después

Camino hacia el Diner la mejor cafetería donde puedes pedir un desayuno a cualquier hora del día y muero por unos waffles con bacon y sirope de arce, solo de pensarlo ya estoy babeando.
La campana de entrada me da la bienvenida, camino hacia el reservado de siempre y en la mesa ya se encuentran Sarah y Ben, los saludos y ellos a mi, Ben me recibe con un abrazo de osos y un par de besos en mis mejillas, es un gran amigo y me alegro de haber decidido venir a vivir con ellos. Ha pasado mucho tiempo y puedo decir que ya estoy mejor, mucho mejor, no he vuelto a mi hogar y no deseo hacerlo ya no hay nada apara mi ahí, John encontró a su pareja natural y me alegro por él, no fue fácil que comprendiera que no había futuro para nosotros, no después de lo sucedido pero entendió.

- Como ha estado la universidad hoy? -Sarah me pregunta apenas me siento.
- Ha sido buena, una mañana muy tranquila.
- Eso es bueno! - Le sonrió.

Ella ha sido una buena prima, un buen sostén, sabe hasta donde llegar, me deja ser y se lo agradezco, mi exterior puede ser una cosa pero mi interior todavía está sanando, y hace poco empecé a sentir mucho más, mi loba esta mas activa y eso es muy bueno para todo mi ser.

- Iremos a hacer las compras con Ben, te apuntas?
- Tal vez en otra ocasión, ha sido un día tranquilo pero largo.
- No te preocupes, en otra ocasión sera- Ben me sonríe y eso me tranquiliza.

Aunque todo esta bien ahora, por lo menos dentro de lo que se le puede llamar bien, todavía no me gusta estar rodeada de tantas personas, la universidad es una cosa pero el mundo exterior.

- Tú madre se ha comunicado conmigo, dice que necesitas llamarla, tiene algo importante que decirte.
- No quiero hablar con ellos, con nadie de ahí en realidad.
- Dice que es importante, deberías llamar.
- No Sarah.

Sabe que no es algo que suceda y no debe insistir. Me acaricia el brazo y dejamos el tema olvidado.

Vuelvo a dormirme y tengo que salir corriendo hasta la parada de autobuses, o llegare muy tarde a la clase de filosofía, no llevo mi auto a la universidad quiero pasar desapercibida ya no estoy cómoda con eso y no lo conseguiría de llegar con mi bebe.

Una vez en las puertas compruebo que llegó con diez minutos de sobra y respiro para desacelerar mi corazón, corrí al menos diez cuadras y estoy muriendo de inanición, sonrío por ello, me hace mas humana y eso me agrada.

A media mañana ya estoy deseando volver a mi piso, sentarme en la alfombra y mirar alguna de las series que graba Ben, una tontería pero se ha hecho larga la semana, solo son un par de horas más y luego estaré en casa nuevamente.

Espero en el césped a mi próxima clase el sol esta hermoso este día y calienta mis músculos, veo como todos van y vienen mientras tomo un café cargado y suspiro, frotó mi pecho al sentir una punzada y mis ojos se llenan de lágrimas, no sucede mucho pero este último tiempo se ha hecho más constante.

Mis ojos recorren el lugar tratando de despejarme, entonces mi respiración se detiene al igual que mi corazón, no puedo moverme no puedo respirar no veo mas allá, todo se detiene y me rompo nuevamente, un sonido lastimero sale de mí y las personas a mi alrededor se voltean otras se detienen, mi loba aúlla dentro de mí de igual manera, una chica se me acerca a preguntarme si me encuentro bien pero no tengo oído u ojos para nadie más, mi llanto se intensifica y no se que sucede, no se que estoy viendo.

Unas manos tocan mi rostro, sus manos tocan mi rostro antes de poder procesar esto, no entiendo no comprendo. Mis manos se alzan disparados a su cuello y me sujeto de este con tanta fuerza como me es posible, de lo contrario no volveré a mí, dejare de ser lo que soy o lo que queda de mí, no quiero creer que mi cabeza me juega una jugada como esta o que me he dormido aquí afuera no quiero creer nada de esto.

Siento sus manos en mi espalda, en mi cintura, en mi cuello, siento como frota sus manos en mi y me desgarro por dentro la culpa el dolor todo sale a la luz, se remueve un poco y me aferró más a él, los sonidos que se me escapan ya no puedo diferenciarlos al igual que la agonía en mí, estoy tan rota que no sabia cuanto hasta ahora.

Su aroma no es el mismo, ha cambiado al igual que su cuerpo, pero su rostro... Su respiración agita el pelo de mi nuca, sus labios acarician mi oreja y luego susurra.

- Te he extrañado también- lloriqueo más al escucharlo- Esto es real, estoy aquí.
- Como? -Es todo lo que puedo decir.
- No lo se, no se entiende la manada tampoco lo sabe.

Sacudo mi cabeza negando, esto es un sueño el peor sueño, el más horrible sueño. Me despegó un poco y alejo mis manos de su cuello, despierta despierta murmuró como un mantra, no quiero estar más en este sueño, no puedo aguantarlo.

- Mírame -su nariz roza la mía y me estremesco cuando su aliento roza mi piel.
- No eres tú, solo es mi cabeza imaginando, no eres tú- sigo murmurando tratando de despertar.
- Soy yo amor, he vuelto, Mírame- sus labios se presionan en mi mejilla y vuelvo a soltar un par de lágrimas.

Mis ojos se abren y lo que ven me hace llorar nuevamente, sus ojos son de un sólido azul y verde, uno de cada color.
Vuelvo a dejar salir un sollozo y pego mis labios a los suyos, lo hago una y otra vez tratando de hacerlo real de entender que es real, me pego a su cuerpo y sus brazos me comprimen.

- Como?
- No lo se, nadie lo entiende, solo saben que mi corazón empezó a latir nuevamente luego de unos días, y despierte hace seis meses pero no sabia quien era o donde me encontraba, poco a poco empecé a recordar, recordar quien era, recordarte y me sentí tan mal que no me dejaban venir por tí, lo lamento lamento todo lo que pasaste te amamos tanto que lamentamos todo lo que hicimos, no era nuestra intención solo no eramos normales, no somos como los demás, sentimos diferente, somos diferente.
- Somos? Tú e Izac....?
- Ahora somos uno, despertamos así no encontraron nada que lo explique, parece ser que somos el primer y único caso.
- Ahora?
- Si... Nuestro olor esta mezclado, nuestro cuerpo es diferente, aquí también lo es- toca su pecha con una de mis manos.
- Nosotros?- No puedo formular mucho, sigo sin creer esto.
- Sigues siendo nuestra, de la misma manera, incluso aun más -acaricia mí rostro.
- Como sabre con quien estoy?
- Ambos estamos aquí, ambos estamos hablando.

Beso sus labios nuevamente, y recorro su rostro besando oliendo memorizado, lo extrañe tanto, aunque me lastimó y lo odie por ello, lo extrañe.

- No me dejes otra vez- hablo contra sus labios.
- No me iré a ningún lado no está vez, vienes conmigo? Te necesito!

Suspiro entrecortadamente y asiento con la cabeza, me cuelgo de su cuello y enredo mis piernas en sus caderas, me aferró con fuerza sin darle opción a que me aleje. El también me agarra fuertemente y empieza a caminar conmigo colgada de él.

- Te amo mas que a nada!- digo con mis labios pegados a su garganta. Solo me aferra más a él.