Cuarenta y nueve

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—Luke ¿quieres más empanada de pollo?—pregunté echandole salsa a la mía.

—Honestamente me gustó más la de queso.—negó.

¿Cómo rechazas una empanada de pollo por una de queso? ¿te sientes bien? ¿sufres traumas? ¿te caíste cuando eras chiquito?

Rarito.

Vi que dejó el culito de la empanada en un plato y no le vi ganas de comerselo.

—¿Me das el culito de tu empanada?—sonreí.

—Claro.

—Es la mayor muestra de amor que has tenido conmigo.—dije y tomé el culito de la empanada.

—¿Estás hablando en serio? Viajé a tu país de sorpresa, te canté en un concierto y sin mencionar que me traes idiota.

—El culito de la empanada no se compara Luke, culturizate.—le metí un lepe.

—Estás loca.

—No, tú deberías organizar mejor tus ideas.—giré los ojos.

El culito de la empanada no se compara.

Si te da el culito de la empanada, es el indicado.

Pero si dice que dar el culito de la empanada no es gran cosa, déjalo ir.

—¿Entramos al agua?—preguntó Luke quitandose la camisa.

—Estás más bueno que comer pollo con las manos.—dije y él rió.

Los chicos, Valeria, Liliana y yo viajamos por unos días a la playa por un descanso que los chicos estaban teniendo y han sido días muy divertidos.

—Esta parte de venir a la playa no me gusta.—bufó Luke mientras yo me quitaba mi ropa para quedar en traje de baño.

—¿La parte en la que nos bañamos en la playa? Porque para eso venimos a la playa ¿sabías?

—La parte en la que miran tu cuerpo, no me agrada.—dijo y tomó mi mano.

—Niño celoso.—reí.

—Niña bonita.

Es tan tierno que me provoca darle todas las empanadas de queso del mundo.

—Epa ya va, vamos a echarnos protector solar.—dije y empecé a echarle en sus hombros y espalda.

—¿No nos broncearemos?

—¿Y que Liz vea que te dejé quemar tu piel y convertirte en camarón? No gracias, elijo vivir.—dije y guardé el protector en mi bolso.

Literalmente Liz me dio instrucciones específicas que debía cumplir si quería seguir viviendo.

Y yo las cumplo porque sí le tengo miedo.

Luego de un rato que estuvimos echando vaina en la playa nos dirigimos a la casa que se encontraba justo hay unos pasos de donde estabamos.

Entré a casa y lo primero que vi fue al mono con un traje de baño de dos piezas.

Ahoki.

¿Zayn no era macho?

—¡Ash deja de comerte la comida del almuerzo!—Liliana le metió un lepe a Ashton.

Por lambucio.

—Bueno vale, ¿cuál es el desorden?—habló Valeria mientras entraba a la cocina.

—¿Alguien sabe por qué el mono tiene bikini?—preguntó Ash.

—No sé, pero si Cal y Mike no están por aquí algo tendrá que ver.—Luke se encogió de hombros.

Y era cierto, no se escuchaba rastro de ellos y podía sentir el desastre de carajitos aproximarse.

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