Venezuelan Internet Friend »l.h

Treinta y nueve.

—Por favor, sal conmigo.—rogó Luke por décima vez.

—¡Estoy viendo mi maratón de Camp Rock, no me jodas!

—¿Por qué eres tan mala conmigo?—hizo puchero.

—No soy mala contigo, yo soy un amor.

—Entonces sal conmigo ésta noche.

—¡Que no! Verga, carajito sordo.

—¿Por qué no quieres?—se tiró encima de mí, tumbando mis cotufas.

Si estuviera en Venezuela le metiera un coñazo porque esa verga está muy cara.

—Yo no soy de fiestas y lo sabes, ¿por qué no sólo te quedas y vemos el maratón de Disney?—lo abracé.

—Pero yo quiero ir a la fiesta.—separó mi abrazo y se levantó.

—Bueno ve y ya, ¿qué tanto?

—Pero yo quiero ir contigo, no quiero ver las aburridas películas Disney.—se acostó encima de mí, otra vez.

—Cállate la jeta, Luke. Siempre quise ser una chica Disney para luego ser rebelde.

—Tú no puedes ser rebelde, eres demasiada ternura para un solo cuerpo.

—Verga, cállate no joda.

—Siempre eres tan distante, para eso solo dime que no quieres estar conmigo.—se volvió a levantar algo molesto.

¿Ahora que hice yo además de haber nacido?

—Luke, si quieres pasar rato conmigo solo quédate y ve las películas ¿cuál es el problema pues?

Se quedó un momento en silencio mirando el suelo y luego habló:

—¿Estás con otro? Porque si es así solo dímelo.

Ya va qué.

Estos son los comentarios que me molestan de él.

Es que parece marico e' bolas.

—Esperate ahí, el mio. ¿Me ves cara de qué? Además que yo sepa tú y yo no somos nada.

Siento que la cagué pero es que ya me tiene arrecha.

—¿No somos nada? De acuerdo, no tengo nada que hacer aquí.—se puso su gorro debido al terrible frío.

—No, Luke, espera y hablemos.—no respondió y cerró la puerta de un golpe.

Ok.

Lucia, manten la calma, no llores, no llores.

¿Saben qué? Mamenlo, estoy en mis días, tengo derecho a llorar.

Es que no chama, estoy muy sensible.

Pero ya basta, no soy rayita y no me voy a quedar aquí llorando, tengo que buscarlo.

No me molesté en buscar una chaqueta o algo por el horrible frío, es más importante buscarlo a él ahora.

Las novelas de Venevisión se quedaron locas.

Bajé corriendo las escaleras y lo encontré cruzando la calle con la cabeza abajo.

¿SE PUEDE SABER PORQUE LA GENTE NO MIRA A LOS LADOS ANTES DE CRUZAR? ¿SUFREN DE TRAUMA?

Un auto se dirigía en serio, muy rápido y yo no sabía como reaccionar, solo por instinto corrí hasta Luke y lo empujé al otro lado de la calle.

Sentí un terrible dolor en mi cuerpo y lo siguiente fue todo volviéndose Calum, digo, negro.

Ni muriéndome soy seria.