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Cuarenta y cuatro

—Feliz cumpleaños pedazo de indigente.—besé la mejilla de mi hermana.

—¿Por qué jodes tan temprano? Estoy durmiendo.—se tapó hasta la cabeza con la cobija.

—Me dueles.—salí de su habitación y fui directo a la cocina.

Tengo que hacerle una torta de cumpleaños a Liliana.

Solo estaríamos Valeria, River y yo en su cumpleaños lo cual es muy triste.

Quisiera que los chicos estuvieran aquí pero tienen que ser responsables y asistir a una serie de entrevistas que tenían hoy.

Ni modo, pondré en práctica todo lo que vi en master chef.

—¡Hey, Lu!—un alegre River entró a mi casa.

¿Cuándo le di llaves de mi casa?

—¿Cómo entraste?—lo apunté con una cuchara.

—¿Si sabes que esa cuchara no te defendería de nada, cierto?—me miró.—Además, ¿qué haces? Parece que te maquillaste con harina.

Le lancé la cuchara y le dio en la frente y él se quejó.

Ja, niñita.

—Hoy es el cumpleaños de Liliana, haré el pastel—sonreí orgullosa de mis palabras.

—Yo lo haré, tú seguro lo dañarás.—empezó a prepar las cosas en la cocina.

Lo dejé hacer su trabajo y fui a la sala a hacer lo que mejor se hacer; ver netflix.

En el momento en que encendí la televisión habían un monton de fotos de Luke así que decidí seguir viendo.

—¡Tal como lo parece! La tan inesperada pareja de nuestro australiano y la venezolana, al parecer ha terminado..—dijo la presentadora del show de farandula.

¿Qué? Nosotros no hemos terminado, creo yo.

—Tal parece que nuestro querido Luke fue visto la noche anterior con otra chica, y no solo eso, tenemos fotos de besos y demás. El integrante de la banda tiene más demostraciones amorosas con la chica desconocida que con nuestra venezolana, Lucia Alvarez ¿Qué habrá pasado?—terminó de hablar y empezaron a aparecer fotos en la pantalla de Luke efectivamente con otra chama dandole un beso en la comisura de los labios.

No. Entendí.

Lo más normal es que no crea nada de lo que dicen las farandulas ¡Pero Dios, tenían fotos!

Me siento demasiado dolida, más que cuando llegaba la caja del clap y traía una mayonesa que me hacía querer morir.

Que horrible, uy.

.

—Todo tiene una explicación—entró Luke a mi habitación.

—No quiero verte, de pana y todo.—empecé a empujarlo fuera de la habitación.

El bicho este es más fuerte que yo, que horrible ser un palito andante.

Propósito del año: Me voy a poner a hacer ejercicio y me pondré yuca.

—Se que estás enojada, pero te juro que no es lo que crees.—me miró suplicante.

—Mira, esto—me detuve y nos señalé a nosotros mismos—, se acabó ¿okay?

—¿Qué?