Mi padre llego a decirme más de una vez que no sabía si yo tenía sentido de supervivencia o solo era tan idiota que no me importaba lo que me pasara. Me lo cuestione muchas veces, ¿temerario o idiota? Me metí en infinidad de problemas por querer saber cosas, ninguno fue muy grave, nada que algún remedio hecho por mí no remediara. Me costó aprender sobre prudencia, aun me pregunto si aprendí sobre cómo evitar problemas.
No sé qué pensar sobre Hadrien todavía. No parece que sea la misma persona que me han dicho hizo todo eso, aunque sí que hay algo extraño viniendo de él. Creo que esperaba a alguien mayor y más serio. Puedo sentir la oscuridad viniendo de la habitación del centro, tiene la puerta cerrada. Antes de golpear la golpearte, se abre. No hay nadie abriéndola, Hadrien está en la cama, junto a una ventana.
— ¿se te perdió algo?
— No— entro, cerrando la puerta— prepare la comida, puedes bajar cuando quieras— No me está mirando. Está mirando por la ventana, moviendo los dedos, a un lado de la cama, hay un par de burbujas flotando al mismo movimiento que sus dedos.
— ¿realmente quieres esto?
— ¿Disculpa?— las burbujas desaparecen, y me mira. Si Viktor me daba miedo al inicio, que esta persona me mire fijamente me incomoda. Siento que estuviera leyéndome los pensamientos.
— entrar a este mundo, la magia, la oscuridad, ¿lo quieres?— me cuesta no mirar a otro lado, al final me rindo, y miro al techo. Hay una lámpara anticuada colgada, solo un viejo pedazo de metal y cristal opaco, no luce bien en la habitación, es muy sencilla— ¿es tu deseo o es algo que él te ha dicho y metido en la cabeza?
— No, no es así— sonríe, enderezándose en los cojines.
— Lo conozco, viví con él un tiempo, no mucho, pero Viktor es predecible cuando lo conoces unas semanas.
— Yo lo he pensado. Desde antes de encontrarme con él. Llegue a un acuerdo para que me ayudara— no voy a decirle los detalles del acuerdo— pero mi vida se complicó mucho estos últimos años, no puedo tener buenas relaciones personales debido a que yo no cambio. Tengo que mudarme y ver como las personas que quiero mueren. Además, el parlamento me conoce ahora. Viktor cree que me defenderé mejor si puedo usar magia.
— ah, el parlamento. Se metieron en una grande ese día.
— encontrarme con Viktor solo fue...
— destino.
— ¿Por qué no te quedaste con Viktor?— es una duda un poco tonta que tengo desde hace un tiempo. Conozco la historia y sé que hay otra persona implicada en eso. Cualquiera podría pensar que siento celos de Hadrien, pero no lo hago, solo es curiosidad. No puedes hablar de otra persona delante de mí sin que quiera conocerla por mí mismo.
— estuve cerca de quedarme. No es una persona difícil... supongo, o al menos no fue difícil vivir con él. Pero mi destino no es con Viktor, eso fue todo— nada de largas explicaciones o escusas, eso me agrada— Y tu...
— ¿yo?
— no estoy muy seguro de todo, pero si estuviera en tu lugar, si hubiera vivido lejos de la magia, sin conocer nada de cómo vivimos y de pronto me veo involucrado con ese mundo de un modo tan... brusco, yo estaría aterrado— yo sigo mirándole como si no pasara nada, pero es la verdad. Tengo más miedo del que quiero reconocer. Ni siquiera Viktor o Daimmen se han dado cuenta, no lo han mencionado y no sé si lo notaron o no lo han pensado siquiera. No conozco nada, se que si me vuelvo por completo un nigromante terminare como estas personas, perseguido, ocultándome, condenado a hacer cosas malas para no terminar atrapado.
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Crónicas de un nigromante (Crónicas #3)
Fantasy¿Qué haces cuando el mundo que creaste, en el que creíste por siempre, comienza a desmoronarse? Cuando ya ni siquiera sabes quién eres lo único que queda es buscar otro camino... o venganza. Para Víktor, el misterioso nigromante del que poco se sabe...