«Savage» © -4ta Temporada-

«Capítulo 10»

<Ainara>

Presente · 2018

Si hay algo que no espero ver en casa, es a la supervisora Olivia Wilson, siempre que le veo es en el centro pero capto el motivo de su visita en mi mansión. 

Los niños.

Que son el aliento de mi devoción, ella hace que todo esos sentimientos quede atrapado dentro de su mano estrujándolos al punto de decidir a la ligera si merezco o no tener la tutela de mis niños. 

Por legalidad, al principio fue Bisset su tutora pero hace poco mandé a cambiar esa titularidad por la mía. Ese maldito incendio no fue un chiste ni tampoco una advertencia, sólo fue una poca demostración de lo mucho que piensa hacerme daño Fabrizio si no cedo. 

¿Cuándo será el día que dejen de vigilar mi trabajo? 

No lo entiendo .. 

Pero ahí la veo ahora, vestida en uno de sus miles trajes gris plomo, zapatos negros de tacón bajo, pelo engominado terminando en un recto moño aburrido y su expresión de perro rabioso que nunca falta para asustar a mis niños. 

Casi sacada de un historia fantasiosa, cosa que no. 

—Señorita Wilson, tanto tiempo sin verle — digo al entrar saludando a la supervisora que se le notaba estar harta de esperar sentada. 

Pero no me quedaba otra con la lluvia, todos manejan como tortugas. 

Bisset está observando de pies a cabeza mis fachas y sus ojos tirar imaginariamente láser de desaprobación. Thays aparece con lo que supongo, la segunda ronda de tés.

—¡Señora Wilson! — corrige — estoy en mis horarios de servicios señorita Lombardi, no me parece correcto que se tome esos atrevimientos — asiento estrechando su mano pero ella se limpia al sentir el agua de la lluvia. 

¿Qué está ciega?, afuera llueve y odio salir con molestos paraguas que más parecen sombrillas. 

Bisset sigue desaprobando los modos en que me expreso pero si quiero caerle bien, he de actuar lo más espontáneo posible. 

—No fue mi intención faltarle el respeto, tome asiento por favor — Thays deja las tazas y no entiendo para qué esta el personal si ella se ocupa y Bisset aún parada sin hacer nada — Bisset .. — me mira aplacando su molestia — .. pide al personal que nos atienda como se debe, Thays no tiene por qué hacerlo, ¿no te parece?.

—¡Desde luego, señora! disculpe mi olvido — enseguida toma la bandeja que mi amiga dejó sobre la mesita del centro y la supervisora está incómoda ante tanta formalidad — .. señorita Vera — la llama esperando desaparecer junto a ella. 

Mi amiga se me queda mirando unos segundos pero la tranquilizo sin decir nada, ella sabe lo nerviosa que me pone esta clase de visitas. 

Por ende, se van a otra zona de la casa con los niños y yo, concentrarme a la figura femenina pero poco coqueta frente a mi. 

—Dígame señora Wilson ahora que estamos tranquilas — dejo mi empapado bolso sobre le piso, ahora no hay bandeja de plata, entré demasiado apurada. 

Tomo la servilleta de tela y me limpio las gotas que siguen cayendo de mi frente. 

—Tuve la notificación de una denuncia en su contra, por eso el motivo de mi visita, inspeccionaré el .. hogar donde transitoriamente pasan los huérfanos — esa maldita palabra que odio en definición a mis niños. 

—¡Niños! señora Wilson, .. niños y no huérfanos, algunos podrán no tener padres pero me tienen a mi, no se debe etiquetarse de esa forma — digo tajante lo que en vez de apenarse por su traspiés, en contrario, se enoja pero no lo dice con palabras sino con gestos — y ¿se podría saber quién fue el irrespetuoso que denunció el esfuerzo que hacemos?.