«Savage» © -4ta Temporada-

«Capítulo 17»

<Daimon>

Presente · 2018

Marco y sigo marcando el número de Derek pero tarda en atender, ayer habíamos quedado en que me comentaría el encuentro con Ainara. Perfectamente me estoy contradiciendo que la despreciaré porque ella misma hace lo mismo con lo que siento sin importarle pero me puede y tanto hoy como ayer o antes de ayer seguirá arrastrándome. 

Es inevitable cuando se te cala muy hondo. 

Llamada 

—¿Diga? — ¿no me reconoce?, es raro en él. 

Escucho un enredo de sábanas con ropa y piernas. 

—Derek, habla Daimon, ¿te ha pasado algo que no me llamaste? — pregunto a través de la línea telefónica mientras me paro en frente de su puerta — estoy en tu casa, ábreme. 

—¡¿Qué .. qu .. qué estás aquí .. ya?! — esto huele feo. 

—Sí Derek, abre — ¿no entiendo por qué tartamudea?. 

—Ahí voy pero no te exaltes por nada del mundo — cuelga apenas abre la puerta de entrada y lo veo en bata a estas horas. 

Fin de la llamada

 —¿Estás enfermo? — eso si sería épico en un hombre que se cuida como si fuera su religión. 

—No, disculpa Daimon, de verdad lo siento pero es que .. — se excusa como si hubiera cometido una falta grave hacia mi y entiendo menos. 

—¿Qué te pasa .. ? .. — me quedo sin aire al ver bajar a la persona que sacude mi vida desde que la conocí y semidesnuda — ¡¿Ainara?! ¡¿qué mierda haces aquí?!. 

—¿Daimon? — descarada la perra, encima se atreve a hacerse la desentendida. 

—Expliquen los dos — digo con la mandíbula prieta. 

Todo este tiempo me estuvieron viendo la cara con tal de acostarse a mis espaldas. ¿Cómo pude ser tan burro de no verlo venir?. 

Malditos .. si hay algo que no perdono es la traición. 

—Daimon, todo tiene una explicación, deja que .. — mi amigo .. o mejor dicho ex amigo porque a partir de ahora le romperé su cara por aprovecharse de mi sabiendo lo mucho que me atrae Ainara. 

—¡¡POR SUPUESTO LO EXPLICARÁS!! — levanto la voz y los dos se sobresaltan — te advertí .. ¡no!, mejor dicho .. ¡te comenté para qué te pasaba el número! pero yo aquí parado como idiota pensando que les pasó algo a los dos — me cuesta tragar saliva de la impotencia que me sube — claro que por separado, nunca pensé que serían capaz y más viniendo de ti, Derek — Ainara estaba por dar el paso para escaparse pero la detengo — no, tú de aquí no te vas hasta que me expliques que ocurrió. 

—¡¡YO NO TENGO NADA QUE EXPLICARTE!! — grita y siento morirme, no piensa contradecirme en que lo imagino — tú no eres nada para mi y qué si él y yo nos revolcamos, o ¿por una obligación te debo andar contando como si fueras mi novio?. Ya tienes a tu mujer en casa, vete.

Cierro más la mano sobre su brazo y Ainara resistirlo poniendo duro el músculo. 

—¡Cómo te atreviste hacerme esto! — ahora me mira desafiante y debería notar culpabilidad, no sinceridad. 

Algo en el fondo me dice que mi enojo es un exabrupto sin motivo. 

—¡¡Que me sueltes!! — vuelve a gritar y yo perder la paciencia.