«Savage» © -4ta Temporada-

«Capítulo 15»

<Ainara>

Presente · 2018

—Listo, ya terminamos con tus negocios ahora pasemos al tema del "visado" — hace las comillas con los dedos y me entra la desconfianza plena. 

—¿Por qué supones? — pregunto extrañada de su gesto. 

—Porque fuiste metida en este país con datos falsos o mas bien dicho, pagados por detrás a un juez de la corte obligado a favorecerte — niega con la cabeza y da un sorbo largo a su whisky — casi todas las noches me la paso pensativo en cómo proceder ante tu caso si es que deportaran por identidad falsa, claro que pagaste lo hiciste para entrar silenciosamente y haz hecho buena letra con tu fundación pero .. sabes que esto tendrá un fin trágico algún día y no es la más hermosa de todas. 

La angustia vuelve después que había desaparecido horas pasándolo con los niños pero ¿a quién engaño?, estoy corriendo el riesgo de quebrarme en todo sentido. 

—¡No puedo perder a esos niños por nada del mundo! ¿lo has entendido Asim? .. si los pierdo, todo se irá a la mierda — le advierto porque le pago bastante bien para que mantenga esa oficina suya. 

—¡Eso hago, mujer! pero tú tampoco colaboras para que eso pase, mira esto — me pasa su tableta electrónica con fotos mías saliendo de la casa de Daimon y demás acontecimientos que pasaron anteriormente — los rumores no cesan y para serte sincero, te metiste en la boca del lobo, ese hombre tiene fama de todo menos de santo. 

—¡Qué puñetera mierda me importa! — intento engañarlo pero no me sale — yo estoy hablando de mi fundación, no de ese. 

—¿Estás enamorada de él? — pregunta de la nada y mi ceño fruncirse asquerosamente. 

—¿A qué viene esa ridiculez? — ahora soy yo la que toma de una y me sirvo. 

—¡Lo que escuchaste!, ¿lo quieres al menos? — lo miro sosteniéndole la mirada pero tengo que ser sincera si quiero la opinión directa a la solución. 

—Es un conocido de Bisset, nos liamos unas dos veces, ¿por qué influye cuando no tiene que ver con la fundación? — dejo el vaso con un ruido sordo y sigo tomando para calmarme. 

Porque eso genera Daimon Bennett en mi, calienta mis sentidos de sólo recordarle encima mío y de cómo arrastra mi alma a la suya haciendo que asesine todo sentimiento tenebroso. 

Simplemente me redime de todo mal. 

Lo que en contrario .. 

Odio que tenga esa clase de poder sobre mi. 

¡Sí! .. soy una maldita bipolar en el amor. 

—Como acabé de comentarte hace unos segundos, si siguen las habladurías, no sólo será imposible de pararlo sino que el comité de buena conducta podría elevar una queja a las oficinas disciplinarias correspondientes y sacarte de la lista de los asociados, perder mucho dinero en varias inversiones hechas, perder los canjes con las empresas que financiaban dicha causa y hasta patear tu trasero fuera del Reino Unido .. incluso, serías condenada por varios años en prisión — suena más que terrible pero no me importa mientras sólo recaiga sobre mi. 

—Esta bien, y mis empleados, ¿a ellos les toca alguna pena? — hace una mueca y se queda pensando lo que me revienta que lo haga. 

 —Podrían, si no los hacemos pasar a víctimas, serían victimarios y ni tú misma puedes salvarlos, todo depende de que a partir de ahora te comportes como la madre Teresa misma — bufo y me cruzo de brazos.