«Capítulo 11»

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<Ainara>

Presente · 2018 

¿Quién dijo que entre mujeres no existe la pasión? .. la lujuria y el desenfreno por un éxtasis por otro y otro y otro .. y miles más.  

Eso me hace sentir mi mejor amiga .. Thays Vera. Inexplicable por ratos y por otros .. espectacularmente delirantes

Sus dedos hundiéndose profundo en mi y mientras follarlos, los míos tirando su pelo cuando la beso escandalosamente. Jadeamos pesadamente, una desafía a la otra que puede dar más y nuestros sexos palpitar queriendo llegar a esa cima del placer. 

Dámelo .. — sonríe fugaz y alza la pelvis pegándola a la mía.

Tómalo .. — comienza a moverse de otra manera más acelerada — .. ay sí .. sí .. sigue.

Bajo ferozmente a sus pechos chupándolos y estrujando toda la carne que se estremece sin parar de restregarse. Paso una mano por detrás de su cuello y en un movimiento rápido la tengo montada sobre mi, la nalgueo para que baile encima. 

Por inercia mis manos suben a tirar de sus pesones y luego acariciarlos circularmente. Abre la boca en una "O" perfecta, le pedí no gemir tan alto, sé que estamos arriba pero las personas que habitan la planta baja de la mansión junto con los niños, podrían sospechar. 

Es un castigo para ella no poder gemir fuerte, sólo jadear y arañar las sábanas revueltas. De mi parte lo controlo mejor, tanto acostarme con otros sirve para algo. 

La incentivo quitando mis manos y lo reemplazo por mis labios que chupan con esmero. Con deseo de arrastrarla conmigo al olvido de la maldita realidad. Se agita casi faltando el aire como a mi y su sexo moverse ágil para llegar manchando con sus jugos. 

Sí .. muévete .. muévete como una puta .. mi puta — nos sentimos mojar más de la cuenta y eso es signo de que estamos por llegar juntas. 

Sí .. sí .. tú .. puta .. tuya .. tuya .. aaahhhh .. — para de restregar, ondulándose  completamente  al caer de espaldas hacia el final de la cama cuando acaba. 

Sin desunir su clítoris con el mío, la sigo al arrodillarme y ahora ser yo quien levanta su pierna enfocándola frenética. Frunzo el ceño y acabo cuando siento que todas mis terminaciones nerviosas tiemblan ante las convulsiones del orgasmo. 

Pesadamente quedamos pegadas por la transpiración. Cuando recuperamos el aliento, me tiro de lado mientras rozo mis dedos por su morena piel. Se estremece una y otra vez cuando me detengo en sus pechos. Ahora es ella la que me acaricia y siento encenderme con sus besos por mi cuello. 

—Debería estar durmiendo, mañana me toca un día importante en el trabajo — dice y no entiendo por qué. 

—¿Tienes que viajar de nuevo? — niega — ¿entonces?. 

—Tengo un evento importante, parece que viene un nuevo inversor — asiento desinteresada pero recuerdo algo. 

—¿Otro inversor?, a demás de los diez y de mi, ¿van a haber más? — quita mi mano para vestirse con la bata que dejó sobre el piso. 

—No sé, no decido yo sobre las autoridades de la agencia — me dice y camina hasta donde quedó mi bata negra — ¿terminaste o debo seguir calmando tu exasperación?. 

Alzo una ceja en pregunta y la tela sedosa golpea directo a mi cara. 

—¿Quién dijo que me descargo en ti? .. eso fue una bienvenida a casa — desnuda y flácida, me levanto de todas formas y la desnudo de nuevo — .. ¿no has extrañado mi lengua?. 

«Savage» © -4ta Temporada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora