«Savage» © -4ta Temporada-

«Capítulo 8»

<Daimon>

Presente · 2018

Salgo disparado hacia el auto, encima que debo asistir a esa maldita presentación, debo pasar por lo de Preston. 

¿Cómo no lo haría si es casi mi hermano perdido?.

A él le debo el paso de mi larga carrera, lo conocí en ese tramo de mis principios en el modelaje y ahora es más que un mejor amigo, es casi de mi misma sangre, o más bien un hermano nacido de otra panza. 

Me comentó semanas atrás que esperaba mi acto de presencia en la inauguración de su nuevo local aunque he de asistir al evento. Creo que mejor lo aplazo, todavía no está la confirmación hecha, sumado a que tampoco se me avisó con tiempo. 

Manejo hasta estacionarme en frente de casa, necesito cambiarme por algo más cómodo. Me siento hasta ridículo con tanto traje desde temprano y encima debo avisar que no asistiré. Todo es una histeria completa que me pone de peor humor. 

¡Bien!, ahora mi vecina no tiene otra mejor cosa que hacer que estar tirándome los tejos con la mirada desde su ventana. Sonrío porque no es lo mío mandar a la mierda, si fuera así, hace rato muchos hubieran desaparecido de mi vista. 

Con el correr de los años supe cómo controlar estos momentos irritantes. 

Apenas ingreso me hace falta la compañía de Dora, se la dejé a mi hermana por los días que viene a la ciudad, luego volverá a París. Está de visita y sufre de soledad luego de su última ruptura con su prometido, fue un golpe duro para todos pero no tanto como a ella. Tal vez Dora pueda curar su sufrimiento así como yo ahora comienzo con el mío. 

En el momento que Ainara me rechazó por segunda vez fue .. detonante. 

Fue como elegir entre mi orgullo o pisotearlo por amor .. 

Fue como elegir entre mendigar o lastimarla .. 

Fue .. definitivo, prefiere a todo su mundo antes que a mi. 

A pesar de que me abrí a ella más que con cualquiera otra. 

¿Por qué Ainara? .. ¿por qué sí otros y yo no? .. ¿acaso debo tirar esta fuerte atracción cuando me hace sentir más vivo que nunca?. 

Pero su mirada decía otra cosa en vez del rechazo, «te deseo .. te necesito». 

Cambiado por fuera pero no por dentro, salgo nuevamente de casa directo al centro por la inauguración del salón de belleza. Mi mánager está que llena la casilla con mensajes de voz de interminables quejas. «Lo lamento pero se cambiaron los planes, te veo en estos días», mando a modo de justificación, cosa que no lo es y tampoco profesional pero si peso lo bueno de lo malo en la balanza, salgo ganando por justas razones. 

Camino admirando las calles, la gente es molesta en varias ocasiones, me piden varias selfies y no me niego. Ya sean mis fanáticas o no, soy la figura pública a la que muchos usan como ejemplo de promover las marcas nacionales. Todo el mundo creen que es fácil, posar por aquí y poner una pierna por allá mientras que nada es lo que aparenta. 

Suspiro .. ¿por qué este día se hace interminable? 

Y eso que recién empieza .. 

—¡¡Daimon!! — Preston Crosbie llama por mi atención. 

—Preston, ¿cuándo desaparecerá toda esta parafernalia de flashes? — digo forzando aún la sonrisa para las cámaras de los fotógrafos que no paran de tirar una toma tras otra.