Mío

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Las subastas de humanos ilegales en Corea eran algo de lo que todo el mundo sabía, desde pequeños en las escuelas enseñaban cómo cuidarte al ir solo en la calle, y en plena secundaria te hablaban de aquello, describiéndolo como atroz, horrible y peligroso.

Pero Jungkook jamás se vio incluido en aquellas subastas, incluso siendo un pequeño y huérfano chico en las calles, jamás fue acechado o secuestrado.

Hasta hoy, claramente.

Al notar cuál era su destino, comenzó a gritar y a resistirse a los guardias, los cuales tuvieron que terminar amarrándolo, llevándolo prácticamente arrastrado por los pasillos de aquel lugar en el que había permanecido cautivo.

No quería ser vendido, se negaba a ser una mascota.

Fue llevado a una oficina, en la cual Bang Nim esperaba detrás de un escritorio, sonriendo burlón al ver cómo Jungkook era dejado de rodillas frente a este.

—Creo que ya sabes porque te secuestre, ¿No, Jeon?, fuiste escogido en mi club por alguien para ser su mascota—Bang tamborileo sus dedos en la madera, mirando desinteresado como Jungkook intentaba levantarse, siendo detenido por los guardias.

—Te daré el doble de lo que te dieron por mi si me dejas ir—Jungkook hablo serio, dejando de resistirse.

Era inútil.

—Veras, Jungkook, como supongo que sabes, soy un hombre de palabra, y una vez que hago un trato, jamás, JAMÁS, me hecho hacia atrás, así que siento decirte, pero debo negarme a tu oferta—Jungkook gruño molesto, comenzando a resistirse de nuevo hasta que Bang le grito que se detuviera, dejándolo petrificado.

—Ahora, te diré las reglas que tú ahora dueño exige que cumplas, y te recomiendo seguirlas o el probablemente no tenga miramiento alguno para asesinarte—Bang río, sacando una hoja de papel de un cajón.—Debes estar callado a todo momento, a menos que el té permita hablar, debes estar dispuesto cada vez que el té de una orden o decida utilizarte para cualquier cosa, y tercera y última, no debes decirle a nadie de tu trato con el, o se verá en la necesidad de asesinarte. Muy fácil de seguir, ¿O no pequeño engendro?

—Primero muerto a obedecer a ese maldito—Jungkook habló furioso, con la mirada baja y lágrimas de rabia en sus ojos.

—Wow, que cruel Kookie, me lastimas—Una tercera voz se escuchó en la habitación y Jungkook alzó su mirada, sin poder creer lo que veía.

El rey Park Ji Min permanecía detrás de el, con sus dos hermanos lo acompañaban como siempre, a cada lado de su cuerpo, fríos y luciendo perfectos.

Vestía elegantemente, y sus manos reposaban en los bolsillos de su pantalón, de manera desinteresada.

La polla de Jungkook dio un salto dentro de sus bragas comenzando a engrosarse, y se regaño mentalmente, volteando su mirada hacia Bang.

—¿En serio?, ¿Al rey?, me siento especial—Jungkook hablo con burla, sacando su dedo medio hacia el rey sin importarle que tuviera las manos atadas.

Jimin sonrió, cruzando sus brazos y acercándose al escritorio.

—¿Seguro que me lo venderás a tan bajo precio?, es denigrante, Bang—Jimin habló serio, mientras a Jungkook le ponían una cinta en la boca, siendo levantado bruscamente.

Jeon maldijo sin parar, mirando con odio a los dos hombres que hablaban frente a él.

—Es lo que vale, es una pequeña mierda, vivía para robar y era como un cerdo junto a sus amigos, así que si, a ese precio—Jimin rodó los ojos ya sabiendo toda esa información, y sacando unas monedas de oro puro de sus bolsillos, se las dio al mayor.

Jungkook casi bufo al ver el misero precio por el que era vendido, si no tuviera una cinta en la boca, seguro lanzaría un comentario sarcástico.

Antes de alcanzar a intentar decir algo, el rey se dio la vuelta acercándose a él y sin poder evitarlo quedó mudo, estremeciéndose cuando éste pasó la mano por su mejilla bajando hasta su cuello.

—Amare volver a probar tu cuello, bebe—Jungkook amplió sus ojos al escuchar eso.

El es el hombre del bar.

—Tráiganlo—Jimin habló serio comenzando a caminar junto a sus hermanos fuera de la habitación.

Los guardias comenzaron a arrastrar a Jungkook el cual los miraba con súplica, siendo ignorado.

Fue sacado por una puerta negra, y mirando a sus alrededores notó que seguía en el maldito club, solo que ahora era sacado por la parte trasera y subido a un elegante vehículo negro con ventanas polarizadas.

Los dos príncipes subieron a un vehículo aparte, y el y Jimin al primero.

El rey quito de su boca la cinta, y mirando con burla a Jungkook, el vehículo comenzó a moverse.

—¿Sabes que podría matarme y huir incluso con las manos amarradas, no?—Jungkook hablo serio, mirando a Jimin.

—No te atreverías ya que serías buscado por todo el mundo luego de hacerlo, si es que logras llegar al menos un metro lejos de aquí sin ser asesinado—Park hablo serio, cruzando sus piernas y mirando a Jungkook atentamente de arriba a abajo.

—Eres un maldito idiota—Jungkook hablo serio, sonrojándose inevitablemente al sentir aquella ardiente mirada sobre sus blancos muslos desnudos.

Narra Jungkook.

—Más te vale que mantengas esa hermosa y sucia boca cerrada, bebe, porque eres mío ahora—El, con su ego a más no poder, me miro como si fuera el rey de toda Corea.

Y bueno, en realidad si lo es.

—Yo no soy un maldito objeto, majestad—Pronuncie las palabras con burla y sarcasmo, viendo cómo sus ojos se oscurecían de rabia.—Y si se diera el caso que lo fuera o me gustara ser tratado como tal, usted sería al ultimo al que le permitiría tratarme así.

Una cosa es que me vendan al mejor postor, otra muy diferente es que me deje manejar y dominar.

Eso jamás pasará.

Mucho menos con Park Ji Min.


N/A:A partir de aquí se prende amixes🌝, no se olviden de votar y comentar, me harían muy feliz❤️

All the love.

-Venus❤️🥀

Castle (Jikook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora