-Más te vale que mantengas esa hermosa y sucia boca cerrada, bebe, porque eres mío ahora-El, con su ego a más no poder, me miro como si fuera el rey de toda Corea.
Y bueno, en realidad si lo es.
-Yo no soy un maldito objeto, majestad-Pronuncie las p...
Condujeron alrededor de 2 horas, y Jungkook sentía su culo tieso una vez que llegaron al castillo.
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Alzándose en una montaña, el castillo de la familia real de Corea se alzaba tenebroso y antiguo, se decía que llevaba construido más de 500 años, siendo refugio y hogar de la familia real Park, la familia con más linaje en el mundo.
Y ahora le tocaba vivir con los más jóvenes de todo el linaje, vaya suerte de mierda tenia.
—Te quedarás con mis hermanos, ellos te darán un tour por el castillo luego de llevarte a tu habitación para que te pongas más ropa, porque por mas que me parezcas hermoso y sexy así vestido, no quiero que nadie ponga sus ojos en ti. Fuers de eso, tengo que hacer muchas cosas, así que tal vez no nos veamos hasta mañana—Jimin habló serio, y sin darle oportunidad a Jungkook de hablar, salió de la limosina subiéndose a otra y retirándose del castillo.
—Príncipe, no creo que sea correcto, deje que nosotros lo ayudemos a salir—Unas voces en el exterior hicieron a Jeon salir de su trance, y viendo hacia el exterior, vio al príncipe mayor hablar con uno de los guardias reales.
—Ya cálmate, Jackson, no me va a matar, y deja de tratarme de usted, te conocemos desde que somos fetos, creo que ya puedes tener confianza suficiente conmigo y mis hermanos—El príncipe Seokjin palmeo el hombro del joven, y abriendo la puerta, le sonrió a Jungkook amablemente.
—Hola, Jungkook, ven, debemos ir a tu habitación—Jin le extendió la mano, y Jungkook lo miró frunciendo su ceño, saliendo por si mismo.
—Que odioso, me agradas—Park Yoongi habló sonriendo casi imperceptiblemente, y comenzó a caminar hacia la entrada trasera del castillo.
Jungkook miró a Jin y al guardia-Jackson-seriamente, y suspirando, asintió, comenzando a seguir a Jin con el de cabello azabache detrás suyo, cuidando que no intente huir.
—Me disculpó porque no entremos por la puerta principal, pero como se que sabes, hay muchos paparazzis, y bueno... no pueden verte—Yoongi hablo riendo, uniéndose a él y a Jin una vez se adentraron al gigante castillo.
Su estructura era completamente antigua de una forma hermosa, más eso no evitaba que el piso fuera de mármol egipcio puro, y que aparatos electrónicos tanto de seguridad como del hogar de últimas marcas reposaran por todo el lugar, Jungkook jamás vio tantas pantallas y cables enchufados en su vida.
—Wow—No pudo evitar decir viendo todo perplejo.
—Lo se, tenebrosamente elegante—Jackson río por el comentario de Jin, poniéndose serio de inmediato cuando los príncipes voltearon a verlo.
—Voy a seguir con mi trabajo, príncipes, con permiso, oh, y Jungkook, suerte—El azabache hizo una reverencia aguantando la risa, y se dio vuelta, retirándose.
Jungkook camino junto a los príncipes unos minutos más, ignorando las miradas en su persona.
Idiotas.
—Bien, ya llegamos, esta será tu habitación, ahí es el baño, sobre el lavabo está tu ropa, y si quieres puedes ducharte, nosotros te esperaremos aquí—Jin hablo amable, sentándose en un banco frente a su gigante cama. Yoongi en cambio, se lanzó a esta sin vergüenza alguna, argumentando que dormiría mientras esperaban por el.
—Desvergonzado—Lo insulto Jin, y el pálido le sacó su dedo medio, con su cara aún enterrada en la almohada.
Eso hizo que Jungkook soltara una risa sin poder evitarlo, y los príncipes lo miraron sonriente.
Jungkook frunció su ceño, y dándose vuelta entró al pulcro baño, comenzando a desvestirse y entrando a la ducha.
Se negaba a dar su brazo a torcer y aceptar vivir aquí como la mascota del rey.
Incluso si los príncipes son amables con el, tiene una habitación más grande que toda su casa entera y una ducha caliente a la hora que desee.
