CAPÍTULO 7 "Acampando con la muerte"

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Esta era una de las cosas que símplemente odiaba Marian desde el momento en que todo tipo de cosas comenzaron a ocurrir en la ciudad.

El hecho de que ya no podía hacer con su tiempo lo que se le antoje, como asistir a fiestas o hacer alguna locura del momento, estaba consiguiendo matarla poco a poco.

El grupo con el cual acostumbraba a hacer de la suyas, la conocía muy bien para decir que alguno de estos días, ella rompería las reglas.

Los cinco amigos tenían muchas cosas en común, como por ejemplo el ser demasiado impulsivod para su propio bien, actuar antes de pensar en las posibles consecuencias de sus actos era su ocupación principal.

Después de todo no era raro que se comportaran de una manera tan irresponsable, de hecho al ser los cinco estudiantes de la carrera de comunicación social nadie les llamaba la atención o se extrañaba de sus repentinas aventuras.

Al igual que durante los últimos dias Marian estaba recostada contra su pupitre, de forma perezosa y aburrida.

Admirando el pizarrón en la parte delantera del aula, con garabatos restantes que había dejado su licenciado de linguistica, eso eran, solo garabatos que era incapaz de leer o reconocer.

A menudo se preguntaba porque si los docentes son maestros superiores, escribían de una manera nada profesional, de hecho la mayoría de las ocasiones se tomaba la molestia de calificarlos como in aprendibles,in entendibles.

No podía califircarceles de otra manera más exacta,su escritura simplemente era como la de unos niños de primaria, en conclusión muy precaria para enseñar a estudiantes de universidad.

Como se supone que aprenderás algo, si la escritura simplemente no ayuda a entender nada, prácticamente un esfuerzo inútil y una pérdida de tiempo para los estudiantes.

Miro detenidamente como los cuatro chicos a los que suele llamar amigos entraban por la puerta, con una pequeña mueca en el rostro que al instante supo reconocer.

Su día por lo menos iva tener algo bueno después de todo, conocía tan bien a jhope, a nam, a Carla y a suho para saber que las muecas y el movimiento tan efusivo de su cuerpo traía buenas noticias para ella.

Se acomodó mejor en su lugar, a la espera de que llegarán sus amigos, su cabello lila estaba oculto por completo dentro de la capucha de su suéter negro, sus convers blancas lucían muy bien sobre la silla donde tenía los pies cruzados.

Bastaron unos cuantos segundos para que los chicos llegarán y se acomodada a su alrededor, pero en los pocos segundos que estuvieron ahí junto a ella no comentaron nada; no era necesario ser adivina para saber lo que buscaban sus amigos después de todo los conocía como a la palma de sus manos.

Bajo las piernas del asiento donde tenía cruzados los pies,sacó la capucha de su cabeza mostrando un par de trenzas bien elaboradas estilo militar dejando entrever la enredadera de perforaciones del oido, cruzó sus brazos sobre su pecho y espero a que sus tan quisquillosos amigos abran la boca.

-Quien fue el de la idea - hablo en voz alta, cambiando la mirada del uno al otro.

-Fue idea de nam - Carla parecía tan contenta de haberlo revelado, solto un suspiro con un naciente a convertirse en sonrisa.

Sus ansias por saber que se le había ocurrido esta vez a su amigo de oyuelos le estaba emocionando; normalmente todos tenían buenas ideas para hacer sus tan conocidas locuras, pero como en cualquier cosa siempre hay alguien que resalta en un grupo como el suyo ese papel le correspondía ya sea a ella o al gran kim nam joong.

No es que sea exagerada, o creída por ser catalogada de esa manera pero le gustaba buscar siempre buenas ideas u opciones como también lo hacia su amigo.

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